Chuichi Nagumo

El almirante Chuichi Nagumo fue uno de los comandantes más polémicos de la Marina Imperial Japonesa por liderar a la fuerza aeronaval japonesa durante su época de mayores victorias y al mismo tiempo por ser el responsable de sus mayores derrotas en la fase inicial de la Guerra del Pacífico. Entre sus carencias estuvo una actitud excesivamente precavida y dubitativa ante las adversidades, algo que le impidió rematar a la Flota Estadounidense en Pearl Harbor y lo que fue peor, siendo el principal culpable de la catastrófica debacle sufrida en la Batalla de Midway.

Vicealmirante Chuichi Nagumo.

Chuichi Nagumo nació un 25 de Marzo de 1887 en Yonezagawa, una ciudad situada al norte de Japón en la prefactura de Yamagata. Como desde muy temprana edad se interesó por la mar, en 1908 ingresó en la Academia Naval Imperial, graduándose con el puesto número 8 de un total de 191 cadetes de la 36ª Promoción, por lo que desde 1910 fue sirviendo como guardiamarina en diversos buques, como fue el caso cruceros Soya, Nîtaka, Nisshin y Asama. A partir de 1914 realizó un curso avanzado sobre torpedos y artillería, ascendiendo a subteniente en el acorazado Aki, antes de asignársele en 1917 el mando del destructor Kisaragi y posteriormente del Momi.

El arma torpedera fue la principal especialidad de Nagumo cuando se licenció en el Colegio de Estado Mayor Naval en 1920, pasando a continuación a comandar el cañonero Saga en las costas del sur de China durante el inestable período de la Era de los Señores de la Guerra, aunque entre 1925 y 1926 realizó una gira por el extranjero visitando bases militares en Europa y Estados Unidos. A su regreso a Japón ejerció de instructor en la Academia Naval de 1927 a 1929, siendo entonces ascendido a capitán y puesto al mando del crucero Naka, así como de toda la 11ª División de Destructores en 1932, del crucero pesado Takao en 1933 y del acorazado Yamashiro en 1934.

La experiencia acumulada por Nagumo le valió ser nombrado contraalmirante el 1 de Noviembre de 1935 y más tarde otorgada la jefatura de la 8ª División de Cruceros, al frente de la cual operó militarmente en el Mar Amarillo dentro del contexto de la Segunda Guerra Sino-Japonesa de 1937. Al año siguiente, en 1938, fue director de la Escuela de Torpedos y unos meses más tarde jefe de la 3ª División de Cruceros, en donde ascendió al rango de vicealmirante el 15 de Noviembre de 1939, antes de ser destinado como profesor en el Colegio Naval Imperial hasta principios de 1941.

El 10 de Abril de 1941 al fin Nagumo alcanzó el liderazgo absoluto de la I Flota Aeronaval, la «Kido Butai», un nombramiento que el almirante Isoroku Yamamoto, por aquel entonces su superior al frente de la Flota Combinada, no vio como algo positivo debido al conservadurismo y carácter poco agresivo de Chuichi, pero que no tuvo más remedio que aceptar porque según las ordenanzas le correspondía a él la jefatura de la escuadra de portaaviones por simple antigüedad. La intranquilidad de Yamamoto no tardaría en demostrarse justificada, pues Nagumo era una persona limitada que padecía cierta decadencia física y mental, ya que era incapaz de gestionar la complejidad del tipo de operaciones modernas y encima nunca se mostró interesado por aprenderlas.

Cuando el 7 de Diciembre de 1941 el Imperio Japonés atacó a Estados Unidos en Pearl Harbor, el vicealmirante Chuichi Nagumo fue quién se aproximó a las Islas Hawaii con los seis portaaviones de la Flota Combinada y gestionó toda la operación, aunque el diseño fue del almirante Isoroku Yamamoto y la planificación sobre el terreno del oficial naval Minoru Genda. Como durante las dos primeras oleadas contra la Isla de Oahu se dejaron fuera de combate a todos los acorazados pero no a los portaaviones, el oficial de vuelo Mitsuo Fuchida solicitó a Nagumo lanzar la tercera oleada para al menos destruir la flotilla de submarinos y los depósitos de carburante, pero sorprendentemente su superior se negó por miedo a encontrarse en alta mar con la Flota Estadounidense, algo que sin duda terminaría pagando a medio plazo la Marina Imperial Japonesa.

Justo después del ataque a Pearl Harbor, la escuadra de Nagumo apoyó las operaciones contra la Isla de Wake y de manera limitada algunas incursiones durante la campaña de las Filipinas, antes de dirigirse en 1942 al norte de Australia para bombardear la base naval de Port Darwin, en donde infligió serias pérdidas serias a buques de diversa nacionalidad de la Flota Aliada. A continuación las fuerzas de Nagumo se dirigieron al Océano Índico para lanzar un raid sobre la Isla de Ceilán y las ciudades de Colombo y Trincomalee, hundiendo durante el proceso a un portaaviones inglés, dos cruceros pesados, varios destructores y decenas de otros barcos menores, lo que supuso la humillante retirada de la Marina Real Británica a las costas orientales de África.

Los éxitos de Nagumo durante la fase de gloria de la «Kido Butai» en parte se explicaron debido a que se rodeó de un Estado Mayor muy competente y arrojadizo, a cuyos componentes siempre escuchaba y se dejaba llevar, ya que el propio almirante Isoroku Yamoto se encargó de seleccionarlos personalmente al no fiarse de la actitud titubeante de Chuichi. Aquel fue el caso del contraalmirante Kusaka Ryûnosuke que se convirtió en el principal consejero de Nagumo, pero también del oficial Minoru Genda que estuvo al frente de las operaciones aéreas y del oficial Mitsuo Fuchida en calidad de jefe de los grupos de ataque de la aviación embarcada.

Chuichi Nagumo en el puente del portaaviones Akagi durante el ataque a Pearl Harbor.

La Batalla de Midway del 4 de Junio de 1942 demostró las limitaciones de Nagumo cuando después de bombardear con sus aparatos el Atolón de Midway y enterarse acerca de la presencia de portaaviones enemigos, las dudas le asaltaron y ordenó sustituir hasta en dos ocasiones los torpedos por bomba y viceversa, dejando los artefactos a medio montar desperdigados por los hangares y las cubiertas repletas de aviones municionados con los depósitos de gasolina llenos justo en el instante en que aparecieron los bombarderos en picado de la Flota Estadounidense. Así fue como la clásica paradoja aplicada por Nagumo de «orden y contraorden igual a desorden» terminó en una catástrofe porque los norteamericanos hundieron a los cuatro portaaviones japoneses Akagi, Kaga, Hiry y Soryu, acosta de tan sólo echar a pique los nipones al portaaviones enemigo USS Yorktown y al destructor USS Hammann.

El desastre de la Batalla de Midway estuvo a punto de costarle la vida a Nagumo debido a que cuando iba a proceder a realizar el ritual suicida del «seppuku», el contraalmirante Kusaka Ryûnosuke se lo impidió y le convenció para que fuese evacuado a bordo del crucero Nagara. Una vez en Japón curiosamente nadie le pidió explicaciones por lo ocurrido e incluso continuó estando al mando de la Marina Imperial Japonesa, cosechando una nueva derrota en la Batalla de las Islas Salomón Orientales, donde perdió al portaaviones Ryûjô, aunque bajo la supervisión de Yamamoto al menos triunfó en la Batalla de las Islas Santa Cruz, pues no sólo sufrió bajas propias, sino que fue hundido el portaaviones estadounidense USS Hornet.

De nuevo en Japón el 11 de Noviembre de 1942, al fin se le apartó del mando de la Flota Combinada y se le nombró director del Distrito Naval de Sasebo, un cargo menor que el 21 de Junio de 1943 repitió al frente del Distrito Naval de Kure y en Octubre de ese año como supervisor de los entrenamientos de la 1ª Flota Imperial. Al año siguiente, en Marzo de 1944, fue activado por segunda vez en un teatro de operaciones para liderar la 14ª Flota Aeronaval del Pacífico Central con base en las Islas Marianas, en donde junto al general Yoshitsugo Saitô apenas nada pudo hacer para impedir la invasión norteamericana que derivó en la Batalla de Saipán, como tampoco evitar una nueva catástrofe para la Marina Imperial Japonesa, en esta ocasión al mando del vicealmirante Jisaburô Ozawa, en la Batalla del Mar de Filipinas.

El 6 de Julio de 1944, justo cuando la Isla de Saipán estaba a punto de caer en manos del Ejército Estadounidense, el vicealmirante Chuichi Nagumo se quitó la vida en el puesto de mando de una cueva tras aplicarse el ritual suicida del «seppuku», siendo dos días más tarde, el 8, ascendido a título póstumo al rango de almirante. Al poco tiempo de la conquista de Saipán, el cadáver fue encontrado por soldados norteamericanos del Cuerpo de Marines, quienes lo custodiaron hasta al final de la Segunda Guerra Mundial cuando sus cenizas fueron devueltas a Japón y enterradas en el Templo Engajuji de Kamakura, curiosamente en compañía de las de su hijo Susumo Nagumo (fallecido al oeste de la Isla de Palawán el 4 de Diciembre de 1944 durante el hundimiento del destructor Kishinami a manos del submarino estadounidense USS Flasher).

La figura del almirante Chuichi Nagumo fue sin duda la más controvertida de la Marina Imperial Japonesa debido a sus posturas excesivamente conservadoras en el plano táctico, a su inseguridad manifiesta en los momentos decisivos y a su dependencia de su Estado Mayor, el cual si bien tenía los mejores técnicos de la Armada, la ejecución de las órdenes a través de su jefe restaba eficacia a las operaciones y en ocasiones terminaba provocando el caos como ocurrió en la Batalla de Midway. A raíz de este desastre y su negativa a lanzar la tercera oleada contra Pearl Harbor, convirtieron a Nagumo en una especie de gafe a ojos de muchos compañeros suyos, algo a lo que también contribuyó la historiografía posterior al presentarlo como el máximo responsable del ocaso de la «Kido Butai».

 

Bibliografía:

-Pablo Guerrero, Ascenso y Ocaso de la Kido Butai, «Nagumo», HRM Ediciones (2024), p.210-212
-https://en.wikipedia.org/wiki/Ch%C5%ABichi_Nagumo