Bombardeo de Yawata

Oficialmente el primer bombardeo de Japón con los enormes cuatrimotores B-29 «Superfortress» fue el raid contra la ciudad de Yawata que la Fuerza Aérea de Estados Unidos atacó la jornada del 15 al 16 de Junio de 1944. A pesar de las esperanzas depositadas en los grandes bombarderos basados en China, la escasa experiencia en este tipo de misiones, las extensas distancias a recorrer y la formidable defensa antiaérea japonesa, hicieron que el raid se acabara convirtiendo en un gran fiasco para las «superfortalezas volantes».

«Operación Matterhorn»

Cuando los B-29 salieron de fábrica a partir de inicios de 1944, en lugar de enviarlos a Europa para bombardear Alemania, el general Henry Arnold que comandaba la Fuerza Aérea Estadounidense optó por desplegarlos en el teatro de operaciones del Frente del Pacífico. La idea era atacar el territorio metropolitano de Japón, pero como por aquel entonces todavía los norteamericanos no disponían de ningún archipiélago con radio de acción a las ciudades niponas, no tuvieron más remedio que recurrir al Presidente Chiang Kai-Shek para que les autorizase a emplear bases en China.

El envío de los B-29 a China no fue fácil porque primero debían volar hasta la India y luego repostar en el Aeródromo de Kharagpur al oeste de Calcuta, para acto seguido atravesar la ruta de la Cordillera del Himalaya, conocida como «the Hump» o «la Joroba», ya que sobre Birmania u otro punto del Sudeste Asiático era imposible cruzar debido a que los aparatos quedarían a merced de los interceptores de la Fuerza Aérea Imperial Japonesa. A lo largo de la primavera de 1944 los cuatrimotores pasaron por encima de las altas cumbres cercanas al Tíbet, volando a una altura de 8.000 metros en los que se vieron sometidos a fuertes ventiscas, tormentas eléctricas y hielo, lo que supuso la pérdida de once B-29, ocho al estrellarse contra las montañas y cuatro que se desplomaron por averías mecánicas, sin obviar con que uno resultó dañado a la salida de los picos por un caza japonés Nakajima Ki-43 Hayabusha.

Los viajes sobre el Himalaya durante la conocida como «Operación Matterhorn» concluyeron el 8 de Mayo de 1944 cuando al fin 130 bombarderos B-29 aterrizaron en China y formaron la 58º Ala de Bombarderos, la cual quedó integrada en la XX Fuerza Aérea Estadounidense al mando del general Haywood Hansell. La zona de despliegue de los cuatrimotores se efectuó en la provincia de Sichuán, muy cerca de la ciudad de Chengdu, en donde un equipo de 400.000 soldados chinos construyeron y mantuvieron avitualladas cuatro gigantescas bases aéreas con capacidad para acoger a las «superfortalezas volantes», en concreto los Aeródromos de Xinjin, Guanghan, Qionglay y Pengshan.

Bombarderos B-29 en un aeródromo de China custodiado por soldados del Kuomintang.

Antes de amenazar el propio Japón, la XX Fuerza Aérea Estadounidense llevó a cabo un bombardeo de prueba contra la ciudad de Bangkok, la capital de Thailandia que era miembro del bando del Eje, aunque la misión resultó ser un fiasco porque las bombas erraron en el objetivo y encima se perdieron cinco B-29. A pesar de este dudoso resultado, los mandos norteamericanos decidieron seguir adelante con el plan original y seleccionar para el siguiente blanco a nada menos que el territorio metropolitano japonés, exactamente la ciudad de Yawata que bombardearía un escuadrón al mando del general Laverne Saunders.

Yawata era una metrópoli industrial de mediano tamaño al norte de la Isla de Kyûshû que poseía cierto interés estratégico porque en el entramado urbano se hallaba la Acería Imperial Showa, un complejo de fábricas en el que se producía el 25% de los rodamientos de bolas de Japón. Curiosamente los mandos XX Fuerza Aérea Estadounidense eligieron esta ciudad como su primer objetivo al pensar que estaría escasamente defendida por hallarse en el extremo occidental del archipiélago, pero lo cierto era que los japoneses emplazaron en el enclave la impresionante cifra de 166 cañones antiaéreos, numerosos focos reflectores y a la totalidad del 4º Regimiento Aéreo formado por 33 cazas entre los que había 35 bimotores de interceptación nocturna Kawasaki Ki-45 Toryu y 8 cazas convencionales Kawasaki Ki-61 Hien basados en el Aeródromo de Ozuki y el Aeropuerto de Ashiya de Fukuoka.

Bombardeo de Yawata

A las 16:16 horas del 15 de Junio de 1944 un total de 83 bombarderos B-29 «Superfortress» despegaron desde sus aeródromos de Chengdu en China y atravesaron todas las zonas ocupadas del país hasta alcanzar el Océano Pacífico y la Isla de Kyûshû. A lo largo de este trayecto de más de 2.600 kilómetros, la mitad de los aparatos regresaron a la base por problemas mecánicos, pérdida de combustible o simplemente se extraviaron y dieron media vuelta, por lo que cuando alcanzaron el objetivo a medianoche tan sólo había presentes 47 «superfortalezas volantes».

En torno a las 00:38 horas de la noche del 16 de Junio de 1944, los bombarderos B-29 soltaron 227 toneladas bombas sobre la ciudad de Yawata que en su mayor parte cayeron en distritos urbanos matando a unos pocos civiles o en el Barrio de Laoyao dañando levemente los muelles, pero ninguna en la Acería Imperial Showa que mantuvo sus instalaciones intactas, en parte gracias a que la humareda negra de sus chimeneas camuflaron a las plantas industriales en medio de la oscuridad nocturna. A estos problemas de puntería derivados de los radares incorporados en los aviones o miras de precisión tipo «Norden», se sumó el infernal fuego de más de un centenar de cañones antiaéreos que derribaron a varios de los cuatrimotores y el ataque de los cazas bimotores Kawasaki Ki-45 Toryu que abatieron a una de las «superfortalezas volantes», sin obviar con que en el viaje de regreso un interceptor nipón eliminó a un último B-29 sobre China.

La incursión del 16 de Junio sobre la ciudad de Yawata fue un completo fracaso porque todas las bombas fallaron sobre la Acería Imperial Showa y encima la mayoría cayeron sobre objetivos civiles de ninguna importancia militar. Las pérdidas durante la misión fueron de 7 bombarderos B-29 derribados, de los cuales dos fueron abatidos a manos de los cazas japoneses y cinco por las baterías antiaéreas, además de perder la vida 57 aviadores y un periodista que les acompañaba.

Bombardeo de un B-29 sobre Yawata.

El segundo raid sobre Yawata estuvo protagonizado por una formación de 97 bombarderos B-29 la jornada del 15 de Agosto de 1944, los cuales en esta ocasión tuvieron un éxito parcial porque algunas de las plantas industriales fueron alcanzadas y el resto de los artefactos incendiarios arrasaron un quinto de la ciudad, derribando y chamuscando las viviendas de madera. El coste sin embargo también fue elevado porque los cañones antiaéreos y los cazas bimotores Kawasaki Ki-45 Toryu abatieron a 14 «superfortalezas volantes» y acabaron con la vida de 95 aviadores.

La ciudad de Yawata ya no recibió más bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial debido a que los dos raids de Fuerza Aérea Estadounidense apenas afectaron a su capacidad industrial, ya que el único logro obtenido fue contra el trazado urbano de los civiles que quedó arrasado en un 21’2%. Las pérdidas durante estas incursiones fueron de 21 cuatrimotores B-29 abatidos y 152 aviadores fallecidos, una cifra que demostró la inviabilidad de efectuar grandes raids desde China y la necesidad de obtener otras bases más seguras en el Pacífico como más tarde ocurriría con las Islas Marianas.

 

Bibliografía:

-Juan Vázquerz García, Venganza 1944-1945, La Campaña de Bombardeo Estratégico sobre Japón, «Comienza la Ofensiva desde China», Galland Books (2023), p.26-29
-https://en.wikipedia.org/wiki/Bombing_of_Yawata_(June_1944)