Durante la campaña de las Islas Salomón a lo largo de toda la Segunda Guerra Mundial, los Aliados invadieron numerosos archipiélagos como fue el caso de la Isla de Vella Lavella entre Agosto y Octubre de 1943. La particularidad de esta batalla que se libró para expulsar de aquel dominio insular a las tropas del Imperio Japonés dentro del contexto de la Guerra del Pacífico, fue que por primera vez en la contienda un país menor de la Commonwealth como lo era Nueva Zelanda se puso al mando de toda la operación y la campaña, incluyendo de las fuerzas enviadas por Estados Unidos.

Plan de los Aliados

Con la victoria de los Aliados en la Batalla de Guadalcanal que concluyó en Febrero de 1943, la contienda cambió las tornas en detrimento del Eje sobre el teatro de operaciones del Pacífico Sur y en general sobre toda Oceanía. Así fue como inmediatamente después, los occidentales pasaron a la contraofensiva con las miras puestas en reconquistar las Islas Salomón, invadiendo primero la Isla de Nueva Georgia a mitad del año y planeando finalmente para el verano un desembarco en la Isla de Vella Lavella en el que participarían conjuntamente las fuerzas militares de Nueva Zelanda, Estados Unidos y el dominio colonial británico de las Islas Fiji. Al mando del general Theodore Wilkinson, fueron escogidas para la misión la 3ª División de Infantería Neozelandesa y el Regimiento de Infantería Fijiano bajo el liderazgo del general Harold Barrowclough, mientras que el 4º Batallón de Marines y los 35º y 145º Regimientos de Infantería Estadounidenses quedaron bajo la dirección del general Oscar Griswold, siendo tales unidades transportadas por una escuadra de la Flota Estadounidense al frente del capitán Frank Walker y escoltadas desde el aire por los cazabombarderos Corsair del 214º Escuadrón Estadounidense del coronel Gregory Boyington.

Los Aliados reunieron a 9.558 efectivos entre 7.700 soldados neozelandeses, 4.600 estadounidenses y 945 fijianos, así como 6 destructores norteamericanos entre los que estaban el USS Selfridge, USS Chevalier, USS O’Bannon, USS Ralph Talbot, USS Taylor y USS La Vallete.

Ejército Aliado:
·Fuerzas Terrestres
-3ª División de Infantería Neozelandesa
-Regimiento de Infantería Fijiano
-35º Regimiento de Infantería Estadounidense
-145º Regimiento de Infantería Estadounidense
-4º Batallón de Marines Estadounidense
-214º Escuadrón Estadounidense
·Flota Estadounidense
-USS Selfridge
-USS Chevalier
-USS O’Bannon
-USS Ralph Talbot
-USS Taylor
-USS La Vallete

Plan de Japón

La Isla de Vella Lavella era un enclave insular de las Islas Salomón que con poco menos de 640 kilómetros cuadrados se encontraba situada entre la Isla de Nueva Georgia al este y la Isla de Bougainville al oeste. Como obviamente el lugar era un punto estratégico cuando fue ocupada por Japón en 1942 a la hora de proyectar su expansión en el Pacífico Sur con el que se pretendía aislar Australia, en cuando Segunda Guerra Mundial se puso en contra del Eje, también los Aliados se interesaron por la ubicación, por lo que la guarnición al mando del general Noboru Sasaki se preparó para la defensa a la espera de recibir la ayuda de una escuadra prometida por la Marina Imperial Japonesa al frente del vicealmirante Matsui Ijuin.

El Imperio Japonés reunió a 700 soldados y a los 9 destructores Fumizuki, Matsukaze, Yûnagi, Akigumo, Isozake, Kazagumo, Yûgumo, Shigure y Samidare.

Fuerzas del Eje:
·Guarnición de Vella Lavella
·Marina Imperial Japonesa
-Fumizuki
-Matsukaze
-Yûnagi
-Akigumo
-Isozake
-Kazagumo
-Yûgumo
-Shigure
-Samidare

Batallas de Vella Lavella

Al amanecer del 15 de Agosto de 1943, los Aliados iniciaron su invasión a la
Isla de Vella Lavella mediante 18 lanchas motoras que depositaron sobre la arena a sus fuerzas de la siguiente manera: primero los soldados de la 3ª División de Infantería Neozelandesa y el Regimiento de Infantería Fijiano se desplegaron sobre la Playa de Baka Baka, seguidos poco después por las tropas de los 35º y 145º Regimientos de Infantería Estadounidenses que se apoderaron de toda la orilla entre la Bahía de Paraso y el sector de Mundi Mundi. Afortunadamente para las unidades desembarcadas, apenas encontraron resistencia por parte de los defensores japoneses que optaron por replegarse hacia el interior de la jungla, mucho más espesa y segura frente a los ataques aéreos, esperando poder ofrecer batalla cuando las condiciones fueran mejores.

Durante todo el resto de Agosto de 1943 y las semanas de principios de Septiembre, las fuerzas occidentales apenas se movieron de la costa porque tanto los soldados neozelandeses como los norteamericanos y fijianos decidieron no arriesgarse a entrar en la selva hasta que tuviesen más o menos una idea clara de las intenciones de sus oponentes, por lo que simplemente consolidaron su cabeza de playa, se proveyeron de suministros procedentes de Australia e incrementaron sus efectivos con refuerzos venidos de Nueva Caledonia. De hecho a lo largo de este período solo tuvo lugar una pequeña ampliación del perímetro en el litoral después de que un puñado de tropas de la 3ª División de Infantería Neozelandesa ocupasen la vecina Playa de Maravari.

Hasta el 21 de Septiembre de 1943 los Aliados no iniciaron su avance hacia el interior de la Isla de Vella Lavella, cuando los soldados neozelandeses en cabeza se adentraron por un territorio salvaje repleto de densa vegetación, altos cocoteros y numerosos afluentes acuíferos, en donde sufrieron algunas emboscadas rápidas de los japoneses que solían lanzar sus incursiones para inmediatamente retirarse entre la hojarasca. No obstante y pese a las dificultades, el día 25 la 3ª División de Infantería Neozelandesa aseguró el sector de Boro y obligó a los defensores a retrasar sus posiciones tras una nueva línea fortificada entre la Bahía de Marquana y la Bahía de Timbala, de donde también fueron expulsados por las tropas neozelandesas a principios de Octubre, las cuales además tomaron con relativa facilidad la jornada del 4 la Bahía de Tambana, la Bahía de Susu y el sector de Varuasi.

Como la guarnición del general Noboru Sasaki quedó arrinconada sobre un estrecho períemtro de la Isla de Vella Lavella situado en la Bahía de Warambi, el 6 de Octubre de 1943 los japoneses iniciaron la evacuación a bordo de veinte pequeñas embarcaciones hacia otros dominios de las Islas Salomón. Evidentemente la Flota Estadounidense trató de evitarlo enviando a los seis destructores USS Selfridge, USS Chevalier, USS O’Bannon, USS Ralph Talbot, USS Taylor y USS La Vallete, aunque nada más aproximarse a sus oponentes aparecieron de improviso los nueve destructores nipones Fumizuki, Matsukaze, Yûnagi, Akigumo, Isozake, Kazagumo, Yûgumo, Shigure y Samidare que les cerraron el paso. Fue entonces cuando a las 23:00 horas se inició la conocida como «Batalla Naval de Vella Lavella» que comenzó con los navíos norteamericanos rompiendo el fuego y echando a pique al destructor japonés Yûgumo en el que perdieron la vida 138 tripulantes. Sin embargo en seguida los nipones se repusieron del golpe y contraatacaron, hundiendo al destructor USS Chevalier que desapareció bajo el agua con la muerte de 54 marineros, además de dejar fuera de combate con daños muy graves los destructores USS Selfridge y USS O’Bannon.

El castigo infligido a la Flota Estadounidense en la «Batalla Naval de Vella Lavella» obligó a los norteamericanos a emprender la retirada, por lo que los ocho destructores restantes de la Marina Imperial Japonesa contribuyeron decisivamente a la evacuación de la guarnición nipona desde Punta Maraziana. Aunque los soldados japoneses en las playas y las embarcaciones sufrieron el acoso de la aviación norteamericana y de los proyectiles de mortero emplazados por las tropas neozelandesas en las colinas adyacentes a la Bahía de Warambi, la inmensa mayoría de los hombres pudieron ser rescatados y puestos a salvo al norte de las Islas Salomón. Así fue como tras marcharse el último combatiente japonés, los soldados neozelandeses ocuparon Punta Maraziana el 9 de Octubre, poniendo fin a la conquista de la Isla de Vella Lavella.

Conclusión

La Batalla de Vella Lavella tuvo un resultado bastante particular porque por un lado los Aliados obtuvieron una victoria estratégica al apoderarse de la isla, pero al mismo tiempo también cosecharon una derrota táctica al haber sufrido un revés naval con grandes pérdidas en barcos y encima no haber podido impedir que la mayor parte de la guarnición japonesa escapase con más de dos tercios de sus efectivos. A raíz de este triunfo en tierra de los neozelandeses y estadounidenses, pero también de los nipones en el agua, demostró que la campaña de las Islas Salomón sería una de las más complejas de la Guerra del Pacífico.

Los Aliados sufrieron 230 muertos entre 150 neozelandeses y 100 estadounidenses; así como el hundimiento de 1 destructor y daños graves en otros 2 destructores.

Japón sufrió 438 muertos y el hundimiento de 1 destructor.

Con la Isla de Vella Lavella en manos del Ejército Neozelandés durante el otoño de 1943, los Aliados obtuvieron el dominio insular más céntrico de todo el archipiélago de las Islas Salomón. Sin embargo y aunque en un principio muchos creyeron que aquella posición estratégica facilitaría las cosas en el sector, lo cierto fue que expulsar a los japoneses del lugar sería un infierno, pues la campaña se alargaría tanto para las fuerzas de la Commonwealth como de Estados Unidos de manera interminable y con un precio muy alto en bajas casi hasta los últimos días de la Segunda Guerra Mundial en Oceanía.

 

Bibliografía:

-Wayne Stack & Barry O’Sullivan, The New Zealand Expeditionary Force in World War II, «2rd Division in the Pacific», Osprey Publishing, (2013), p.34
-http://nzetc.victoria.ac.nz/tm/scholarly/tei-WH2Paci-_N78506.html
-http://en.wikipedia.org/wiki/Naval_Battle_of_Vella_Lavella