Ejecuciones de Prisioneros Aliados

Según el «Camino del Guerrero» o Bushidô que recogía los valores éticos de los samuráis en el Japón, la rendición estaba vista como un acto deshonroso que tenía que ser castigado con el suicidio ritual, el «sepukku». Curiosamente, esta misma doctrina también era aplicable a todos aquellos enemigos que capitulasen ante el Ejército Imperial Japonés, por lo que durante la Segunda Guerra Mundial cientos de prisioneros del bando de los Aliados serían ejecutados masivamente por sus captores durante la expansión nipona los años 1941 y 1942.

Crímenes en Hong Kong

Al iniciarse la invasión de Hong Kong y Nuevos Territorios el 7 de Diciembre de 1941, coincidiendo con el inicio de la Guerra del Pacífico, los soldados de la 38ª División de Infantería Japonesa procedentes de Kowloon cometieron el primer crimen de guerra la noche del 18, cuando 18 soldados de la Commonwealth entre los que había 10 militares británicos y 8 heridos canadienses, fueron asesinados a golpes de bayoneta o decapitados con katanas. Aquel mismo día, también otras 7 personas fueron fusiladas en la parte trasera de un camión, concretamente 3 oficiales indios, 2 soldados canadienses y 2 auxiliares ingleses del Cuerpo Médico de Ambulancias, en las inmediaciones de la localidad de Shaukeiwan.

Justo antes de producirse la evacuación del Ejército Británico de Nuevos Territorios hacia la Isla de Hong Kong, los doctores y auxiliares del Cuerpo Médico Aliado no tuvieron tiempo de emprender la huida, por lo que pensando que serían bien tratados por el enemigo al no ser combatientes, se rindieron a la 38ª División de Infantería Japonesa. Lamentablemente en cuanto se entregaron a sus captores, los nipones obligaron a los prisioneros a desnudarse de cintura para arriba y los condujeron hasta los «nullahs» del Mar de China (aguas de escasa profundidad cubiertas de plantas acuáticas), donde les hicieron correr de un lado a otro como si hicieran deporte, mientras cada varios segundos alguno de los guardias mataba a uno de los cautivos de un disparo o se aproximaba hasta la víctima y le clavaba la bayoneta. Una vez los supervivientes ya fueron pocos, una ametralladora acabó con la vida del resto acribillándoles con una ráfaga de balas, antes de que los oficiales rematasen a los moribundos con un tiro de pistola en cabeza. Una vez acabada la matanza, un total de 30 profesionales de la medicina habían sido asesinados, sobreviviendo únicamente dos (uno ileso que escapó entre los «nullahs» y otro llamado Olser Thomas, quién tras recibir un bala en la cabeza que milagrosamente no le afectó a ninguna zona vital, se hizo el fallecido y al caer la noche huyó).

Algo muy similar a lo sucedido en los «nullahs» de Nuevos Territorios, los soldados de la 38ª División de Infantería volvieron a repetir después de desembarcar en la Isla de Hong Kong y tomar el Hotel Repulse de camino a la capital de Victoria. De hecho en esta ocasión, un total de 53 prisioneros tanto del Ejército Británico como del Ejército Canadiense, fueron desnudados, conducidos hasta la costa y posteriormente disparados, rajados con bayonetas o decapitados a golpes de katana.

La Navidad de 1941, el 25 de Diciembre, fue una jornada negra para la colonia de Hong Kong. En primer lugar, sucedió un crimen atroz cuando los soldados japoneses irrumpieron en el Colegio St. Stephen, situado en la Península de Stanley, en donde mataron de un disparo en la cabeza o a punzadas de bayoneta a 56 heridos del Ejército Canadiense que reposaban sobre sus camas, además de violar a otras 3 enfermeras a las que posteriormente asesinaron. De forma simultánea, otros 30 heridos del Ejército Británico que habían sido sorprendidos en el Hospital Victoria, fueron sacados del edificio, rociados con petróleo y prendidos fuego hasta que murieron chamuscados mientras uno de los nipones se reía exclamando «chillan más que los cerdos».

Muchas fueron los crímenes contra prisioneros de la Commonwealth que tuvieron lugar durante la Batalla de Hong Kong. Entre los más destacadas estuvo el fusilamiento de 30 tropas coloniales hongkonesas en la Carretera Blue Pool, la masacre de 28 soldados hongkoneses en la Colina Sai Wan; la matanza de 27 auxiliares (entre ellos 17 singapureses y 9 hongkoneses) en la Colina Brick; el asesinato de 16 británicos en la Misión Maryknoll; la muerte de 6 ingleses en la Bahía Deppwater; la ejecución de 4 canadienses en los Jardines Lookout; y el ajusticiamiento de 3 británicos (entre ellos una enfermera) en la Bahía de Causeway.

Al caer la tarde del 25 de Diciembre de 1941, el soldado Anthony Hewitt que estuvo encargado de negociar la rendición mostrando un palo con bandera blanca, fue maltratado por sus captores (aunque por suerte logró sobrevivir y volver con sus compañeros). Al mismo tiempo y antes de producirse la capitulación de la guarnición, las tropas japonesas todavía tuvieron tiempo de violar a las enfermeras británicas del hospital provisional alojado en el Club Jinetes, así como a otras nueve sanitarias inglesas en la zona residencial de Happy Valley.

Con la rendición de Hong Kong, el Imperio Japonés dejó de abusar contra los prisioneros del bando de los Aliados. Curiosamente y contra todo lo imaginado, en cuanto el Estado Mayor Imperial de Tokyo conoció algunas de las matanzas durante la campaña en la colonia, exigió responsabilidades a los culpables de haber matado cautivos. Gracias a esta investigación, varios militares nipones fueron juzgados por el propio Ejército Imperial Japonés e incluso un total de 9 ejecutados, un caso sin duda insólito dentro la Segunda Guerra Mundial.

Capitulación de Wake

Coincidiendo con el ataque a Estados Unidos en Pearl Harbor el 7 de Diciembre de 1941, la Marina Imperial Japonesa comenzó la invasión del Atolón de Wake en medio del Océano Pacífico. Durante los días que se prolongó la lucha, las bajas fueron elevadas por ambos bandos hasta que finalmente la guarnición fue vencida y el territorio insular fue ocupado por el Eje.

El 23 de Diciembre de 1941, el Imperio Japonés se apoderó totalmente de las Isla de Wake haciendo cautivos a un gran número de prisioneros de guerra y civiles que no habían podido ser evacuados tras el inicio de las hostilidades. A pesar de que solo 5 soldados del Ejército Estadounidense fueron ejecutados al producirse la capitulación, un total de 2.019 fueron deportados a Asia y convertidos en esclavos dentro de campos de trabajo, de los cuales 180 perderían la vida. Solamente 99 permanecieron en el archipiélago hasta que dos años más tarde, el 5 de Octubre de 1943, fueron fusilados como represalia a un bombardeo de la Fuerza Aérea Estadounidense (USAF).

Matanza de Parit Sulong

Malasia fue invadida el 8 de Diciembre de 1941 mientras el Imperio Japonés desencadenaba una ofensiva general contra todo el Sudeste Asiático. Apenas sin encontrar oposición por parte del Ejército Británico y las tropas de la Commonwealth, los japoneses penetraron rápidamente hacia el interior, a veces haciendo de manera inesperada grandes núcleos de prisioneros a los Aliados.

El 22 de Enero de 1942, las tropas de élite de la Guardia Imperial cometieron uno de los crímenes más atroces de la campaña que sería conocido como la Matanza de Parit Sulong. Todo sucedió cuando después de ocupar la localidad de Parit Sulong y hacer dos centenares de prisioneros, a los que robaron la gasolina de sus vehículos, un total de 201 soldados que se habían rendido fueron brutalmente ejecutados a tiros o golpes de bayoneta, entre los que se contabilizaron 161 veteranos del Ejército Australiano y 40 combatientes del Ejército Indio.

Solamente hubo un superviviente de la Matanza de Parit Sulong, concretamente el soldado Beck Hackney de la 8ª División de Infantería Australiana. Gracias a este testigo que escapó a través de la jungla y salió con vida de la Segunda Guerra Mundial, pudo relatar lo sucedido y llevar ante la justicia al principal responsable, el general Takuma Nishimura, quién fue condenado a muerte y ejecutado en 1951.

Ejecuciones de las Plantaciones Tol y Waitavalo

Restos de los soldados del Ejército Australiano en las Plantaciones Tol y Waitavalo.

A inicios de 1942, el Ejército Imperial Japonés invadió la Isla de Nueva Bretaña y ocupó el distrito de Rabaul que hasta entonces había sido un dominio ultramarino de Australia. La caída de este territorio, que apenas tuvo ocasión de defenderse, estuvo seguida por la capitulación de 1.050 soldados australianos que fueron puestos bajo custodia de un contingente nipón al mando del coronel Masao Kusonose.

El 4 de Febrero de 1942, un total de 130 prisioneros del Ejército Australiano en Rabaul, fueron conducidos hasta la Plantación de Tol. Una vez en el lugar, todos los soldados australianos sin excepción fueron asesinados brutalmente a golpes de bayoneta; mientras que otros 35 fueron llevados hasta la Plantación de Waitavalo, donde tras ser colocados en fila, fueron inmediatamente fusilados.

La Masacre de las Plantaciones de Toy y Waitavalo dejaron un saldo de 165 prisioneros australianos ejecutados en Nueva Bretaña. Afortunadamente como seis de los cautivos escaparon con vida y sobrevivieron a la contienda, acusaron al coronel Masao Kusonose de lo ocurrido, quién incapaz de soportar la culpabilidad, se suicidó al terminar la Segunda Guerra Mundial.

Fusilamientos del Aeródromo de Laha

Cuando el Imperio Japonés invadió a principios de 1942 la Isla de Ambón, situada en las Islas Molucas que formaba parte de las Indias Orientales Holandesas (Indonesia), los combates fueron feroces contra el Ejército Holandés y las unidades del Ejército Australiano. Como las bajas entre los nipones fueron muy elevadas para un territorio tan pequeño, al igual que ya había sucedido en otras ocasiones los prisioneros de guerra pagarían las consecuencias.

A comienzos de Febrero de 1942, un total de 300 cautivos del Ejército Holandés y el Ejército Australiano fueron conducidos en fila hasta las afueras del Aeródromo de Laha y fusilados sumariamente. El horror de este crimen que sería conocido como la Masacre de Laha, acabó con un juicio a su principal responsable, el comandante Kunito Hatakeyama, quién fue ejecutado al acabar la Segunda Guerra Mundial.

Masacre de la Isla Banka

El 12 de Febrero de 1942, unos aviones de la Fuerza Aérea Imperial Japonesa hundieron con bombas al carguero británico SS Vyrner Brooke, matando a dos de las 64 enfermeras del Ejército Australiano que iban a bordo. Afortunadamente las otras 62 sanitarias, junto a algunos marineros y unos pocos niños, nadaron hasta la Isla Baka en Indonesia que acababa de ser ocupada por Japón.

Los supervivientes del hundimiento del carguero SS Vyrner Brooke fueron capturados por las tropas del Ejército Imperial Japonés, quienes en la localidad de Muntok, separaron a las enfermeras australianas a un lado y a los marineros y niños al otro. Acto seguido, las sanitarias fueron escoltadas por un oficial y veinte soldados japoneses hacia una playa solitaria, donde se ejecutó a la mayoría, antes de obligar a otras veinte a sumergirse en el agua y forzarlas a practicar surf mientras eran acribilladas por una ametralladora. Esta terrible matanza sin justificación alguna por parte de los verdugos, costó la vida a un total de 61 enfermeras australianas (sólo hubo una superviviente llamada Vivian Bullwinkel).

Matanza del Hospital Alexandra

El Hospital Militar de Singapur, también llamado Hospital Alexandra, atendía desde 1942 a diversos pacientes entre los que se encontraban soldados de la Commonwealth de nacionalidad británica, australiana e india que habían combatido en la defensa de Malasia, así como náufragos supervivientes del hundimiento de los dos acorazados HMS Prince of Wales y HMS Repulse. Como la mayoría eran heridos que no se podían valer por si mismos, nadie fue evacuado cuando supieron acerca de la capitulación de Singapur.

Repentinamente el 14 de Febrero de 1942, soldados de la 18ª División de Infantería Japonesa irrumpieron en el Hospital Alexandra y mataron a 250 pacientes después de clavarles la bayoneta mientras permanecían tumbados en sus camillas. Acto seguido, otros 400 heridos, junto a los que había varios médicos y una enfermera, fueron encerrados en una habitación conocida como el «Agujero Negro de Calcuta», donde fueron ametrallados y despedazados desde la distancia con proyectiles de mortero. El resultado de esta cruel masacre que recibiría el nombre de la Matanza del Hospital Alexandra, dejó una cifra de 650 personas asesinadas, muchas de ellas de diversas procedencias de la Commonwealth.

Castigo tras el «Raid Doolittle»

Bajo el nombre del «Raid Doolittle», el 18 de Abril de 1942 tuvo lugar un bombardeo de la Fuerza Aérea Estadounidense (USAF) sobre la capital de Tokyo y diversas ciudades de Japón que dejaron un saldo de 50 muertos y 250 heridos. Como represalia por esta incursión, algunos de los pilotos de los bombarderos B-25 Mitchell que habían aterrizado en China y habían sido capturados por el Ejército Imperial Japonés, fueron conducidos a Japón y sometidos a un juicio militar en Tokyo.

Piloto estadounidense del «Raid Doolittle» es llevado a juicio con los ojos vendados por dos soldados japoneses en Tokyo.

En un juicio que se celebró todos fueron condenados a muerte: Dean Hallmark, William El juicio a los pilotos del «Raid Doolittle» acabó con la condena a muerte de todos los aviadores entre los que se encontraban Dean Hallmark, William Farrow, Robert Meder, Chase Nielsen, William Dieter, Donald Fitzmaurice, Robert Hite, George Barr, Jacob DeShazer y Harold Spaz. Afortunadamente, el mismo Emperador Hiro-Hito que se posicionó en contra de la sentencia por tener un carácter ilegal según las Leyes Internacionales, lo que sirvió para salvar la vida a la mayoría. De hecho al final sólo se ejecutó a tres, concretamente William Farrow, Dean Hallmark y Harold Spatz que fueron fusilados a las 16:30 horas del 15 de Octubre de 1942, aunque un cuarto, Robert Meder fallecería de malnutrición en un campo de trabajo (el resto sobreviviría a la Segunda Guerra Mundial).

 

Bibliografía:

-Lawrence Rees, El Holocausto Asiático, Crítica (2009), p.87-95
-Philip Snow, The Fall of Hong Kong, Britain, China and the Japanese Occupation, «A season of anarchy. Hong Kong in the hands of the 23rd Army, Yale (2003), p.79-81
-Clayton Chun, The Doolittle Raid 1942 America’s first strike back at Japan, Osprey Publishing (2006), p.83-85
-José María Palmero García, La Defensa del Atalón de Wake, Revista Serga Nº23 (2003), p.28
-http://en.wikipedia.org/wiki/Parit_Sulong_Massacre
-http://en.wikipedia.org/iki/SS_Vyner_Brooke
-http://en.wikipedia.org/wiki/British_Military_Hospital,_Singapore#Second_World-War