Jisaburô Ozawa

El vicealmirante Jisaburô Ozawa fue uno los oficiales más eficaces y competentes de la Marina Imperial Japonesa, tanto por su capacidad de organización como por ser un excelente planificador en algunas de las operaciones que tuvieron lugar en el Frente del Pacífico. Entre sus victorias más importantes durante la Segunda Guerra Mundial estuvo la campaña naval de las Indias Orientales Holandesas, aunque también se contaron gravísimas derrotas como la Batalla del Golfo de Leyte.

Vicealmirante Jisaburô Ozawa.

Jisaburô Ozawa nació un 2 de Octubre de 1886 en el pueblo rural de Koyu, una ciudad de la prefactura de Miyazaki al este de la Isla de Kyûshû durante los tiempos del Japón emergente de la Era Meiji. Como descendiente de una familia guerrera procedente del Clan Takanabe, Ozawa se alistó en la Marina Imperial Japonesa a inicios del siglo XX, graduándose en la Academia Imperial Naval el 19 de Noviembre de 1909, donde tuvo el honor de ser el número 37 de su promoción entre un total de 179 cadetes. Nada más ser nombrado guardiamarina, entonces pasó a servir en los cruceros Soya y Kasuga, antes de ser trasladado en 1910 al acorazado Mikasa, el cual había sido la nave insignia del almirante Heihachirô Tôgô durante la Batalla de Tsushima en la Guerra Ruso-Japonesa de 1905.

La carrera de Ozawa en la Marina Imperial Japonesa fue meteórica pese a los muchos que se burlaban de él por poseer una altura de 1’8 metros (una medida demasiado alta para el personal de marinería) y no tener un rostro agradable, hasta el punto que le consideraban el oficial más feo de la Armada. Aquellos inconvenientes de índole personal no impidieron que en 1912 ascendiesea subteniente gracias a su labor en diversos buques como el destructor Arare, el acorazado Hiei o el crucero Chitose, obteniendo en este último el rango de teniente. Una vez terminó sus estudios en el Colegio Naval de Japón en 1919 y se especializó en el arma de torpedos, se le concedió el mando del destructor Take en 1921, además de tener ocasión de liderar otros navíos posteriormente como los destructores Shimakaze y Asakaze. A raíz de su magistral expediente, Ozawa fue admitido como oficial de torpedos en el acorazado Kongo, por aquel entonces el buque más poderoso del mundo y por tanto del Imperio Japonés.

A partir de 1925, Ozawa pasó a formar parte del Estado Mayor Naval de Tokyo con el empleo de comandante y a desempeñar tareas administrativas en oficinas, estando entre algunas de sus misiones la de viajar como funcionario a Estados Unidos y Europa para inspeccionar los arsenales navales de las potencias occidentales y elaborar planes de desarrollo futuro para la estrategia marítima del país. Al cabo de una década, en 1935, se le asignó el mando de los acorazados Maya y Haruna, hasta que el 1 de Diciembre de 1936 fue ascendido a contraalmirante y en 1939 se le otorgó el mando de la 1ª División de Portaaviones. Curiosamente al estallar la Segunda Guerra Mundial en Europa, ya como jefe de la 3ª División de Acorazados, se convirtió en un firme defensor de emplear a los portaaviones como los principales buques ofensivos de la Flota Combinada, una idea innovadora defendida desde hacía tiempo por el almirante Iosoroku Yamamoto, lo cual le facilitó ascender de nuevo y alcanzar el rango de vicealmirante el 15 de Noviembre de 1940.

Al estallar la Guerra del Pacífico en Diciembre de 1941, Ozawa estuvo al mando del grupo de naves de transporte que desembarcaron a las tropas del Ejército Imperial Japonés sobre Malasia como parte de la II Flota Imperial al frente del almirante Nobutake Kondô. Dos meses más tarde, el 14 de Febrero de 1942, Ozawa dirigió el asalto naval y posterior desembarco a las Islas Orientales Holandesas, concretamente en la Isla Sumatra. De hecho, sería precisamente en esta campaña, cuando Ozawa puso rumbo a la Isla Java el 27 de Febrero con los cruceros Sendai, Natori y Yura, más otros destructores bajo la dirección del almirante Takeo Takagi, enfrentándose a continuación a la Flota Real Holandesa de Indias del almirante Karel Doorman, contra la cual se obtuvo una victoria impresionante tras hundir a dos cruceros y tres destructores sin sufrir pérdidas propias durante las conocidas como Batallas del Mar de Java.

«Onigawara» o «Gárgola» fue el apodo con que se bautizó a Ozawa tras su triunfo en la Batalla del Mar de Java, además de recompensársele por sus méritos con el mando de la 1ª División de Portaaviones, así como algo un poco más tarde con la III Flota Imperial tras el cese del vicealmirante Chuichi Nagumo durante su pésima actuación en la Batalla de Midway. A partir de entonces, Ozawa situó su base de operaciones en Kahili, un puerto de la Isla de Ballale ubicada en las Islas Salomón, desde donde lanzó incursiones contra el Océano Índico y defendió los mares alrededor de Guadalcanal, Bougainville y Nueva Guinea entre los años 1942 y 1943.

Ozawa en la Segunda Guerra Mundial.

Cuando Estados Unidos amenazó las Islas Marinas, se encomendó a Ozawa presentar el duelo definitivo en un episodio que se conocería como la Batalla del Mar de Filipinas. Así fue como el 19 de Junio de 1944 tomó el mando de la I Flota Móvil con 52 navíos repartidos en los nueve portaaviones Chitose, Chiyoda, Zuiho, Taihô, Shôkaku, Zuikaku, Junyô, Hiyô y Ryôhô, los cinco acorazados Yamato, Musashi, Kongo, Haruna y Nagato, además de once cruceros y veintisiete destructores. No obstante y pese a las previsiones, el encuentro fue desastroso porque nada más comenzar la lucha, los submarinos estadounidenses USS Cavalle y USS Albacore hundieron a los dos portaaviones Shôkaku y Taihô. Acto seguido y apenas sin tiempo para reaccionar, un total de 216 aparatos embarcados procedentes de varios portaaviones de la Flota Estadounidense (US Navy) hundieron al portaaviones japonés Hiyô y a los dos petroleros Genyo Maru y Senyo Maru, no sin antes abatir a 480 aviones nipones a costa de sólo 123 norteamericanos, lo que constituyó una catástrofe naval para el Imperio Japonés en un episodio conocido como «Tiro al Pavo en las Marianas».

La Batalla del Golfo de Leyte entre el 23 y 26 de Octubre de 1944 constituyó el último encuentro naval decisivo del Imperio del Sol Naciente, durante el cual Ozawa estuvo al mando de la Fuerza Norte compuesta por diecisiete naves entre los que se encontraban los cuatro portaaviones Zuikaku, Chitose, Chiyoda y Zuihô, más los tres cruceros Oyodo, Tama e Isuzu, y otros diez destructores. Desgraciadamente la acción frente a la III Flota Estadounidense del almirante William Halsey que fue conocida como la Batalla del Cabo Engaño, resultó un completo fracaso para Ozawa que fue derrotado con el hundimiento de los cuatro portaaviones (todos estaban vacíos de aparatos debido a que habían ejercido como cebo para otras operaciones en el archipiélago), además del crucero Tama y el destructor Akitsuki.

Después de ser hundidos los últimos restos de la Marina Imperial Japonesa en la Batalla del Golfo de Leyte, Ozawa fue retirado del mando y enviado a la reserva en Tokyo. Solamente la derrota marítima durante la Batalla de Okinawa en la que resultó hundido el superacorazado Yamato, obligó al Estado Mayor a llamar nuevamente a filas a Ozawa, quién el 29 de Mayo de 1945 fue nombrado comandante en jefe de la Marina Imperial Japonesa con el rango de vicealmirante (curiosamente él mismo se negó a ser ascendido a almirante cuando se le ofreció dicha posibilidad debido a que se sabía tan impotente frente al enemigo, quién según manifestó no merecía tal graduación).

Finalizada la Segunda Guerra Mundial el 2 de Septiembre de 1945, Ozawa fue el responsable de rendir los últimos buques de la Marina Imperial Japonesa a los Aliados mientras permanecían anclados en las radas a lo largo y ancho de toda la geografía de Japón. Al poco tiempo, en 1946, fue detenido por las autoridades estadounidenses al sospecharse de posibles crímenes de guerra, aunque por suerte en 1947 fue liberado tras comprobarse que no existían evidencias en su contra. A continuación pasó al retiro para disfrutar de su jubilación, concediendo cuantiosas entrevistas a historiadores sobre los diversos episodios en los que tomó parte durante la contienda. De este modo fue como después de vivir muchos años como un simple granjero en su comarca natal de Takanabe, Jisaburô Ozawa falleció un 9 de Noviembre de 1966 a la edad de 80 años.

 

Bibliografía:

-Editores de S.A.R.P.E., Crónica Política y Militar de la Segunda Guerra Mundial. Volumen 8, «Yisaburo Ozawa», S.A.R.P.E. (1978), p.259
-Pablo Guerrero, Ascenso y Ocaso de la Kido Butai, «Jisaburô Ozawa», HRM Ediciones (2024), p.216-218
-http://en.wikipedia.org/wiki/Jisaburo_Ozawa