36ª División SS de Granaderos «Dirlewanger»

Una de las formaciones más temidas de la Segunda Guerra Mundial fue la 36ª División SS de Granaderos “Dirlewanger”. Esta unidad que tuvo la particularidad de estar integrada por peligrosos criminales de todos los perfiles, se convirtió en la más cruel y despiadada del conflicto, famosa por su brutalidad y el desprecio por la vida humana.

Constitución

Gottlob Berger, un funcionario de las SS y miembro del Parlamento Alemán (Reichstag), tuvo la idea a comienzos de la Segunda Guerra Mundial de crear una formación militar constituida por criminales de las cárceles a los que se perdonaría o rebajaría la condena a cambio de luchar como soldados en el frente. Curiosamente y a pesar de que muchos se mostraron contrarios a la propuesta, Adolf Hitler aprobó la iniciativa de Berger en Junio de 1940 y decretó la organización del Comando Cazador Furtivo “Oranienburg” (Wilddiebkommando Oranienburg).

Inicialmente el proyecto de crear de una unidad formada por convictos en el “Wilddiebkommando Oranienburg” sólo se aplicó a los castigados por el delito de caza furtiva en los bosques de Alemania. Precisamente todos aquellos condenados por incumplir leyes ambientales fueron encuadrados en un 94% dentro la formación, aproximadamente el equivalente a 84 cazadores furtivos que rápidamente se ampliaron a los 300 efectivos. De hecho, la razón de escoger a furtivos y no a otros, se debió a que la mayoría de estos sujetos eran expertos en armas a larga distancia y también sabían esconder el rastro en la naturaleza, algo ideal contra el enemigo en caso de guerra.

Emblema de la 36ª División SS de Granaderos «Dirlewanger».

Aunque la idea de seleccionar a cazadores furtivos fue buena en sus orígenes, no bastó para llenar los cupos exigidos por las delegaciones de reclutamiento. Fue entonces como ante la escasez de soldados, las SS decidieron ampliar las plantillas a otros criminales entre los que se hallaban delincuentes, ladrones, atracadores, alcohólicos, asesinos, traficantes, mafiosos, violadores, pederastas, pirómanos y psicópatas mentales. Sin embargo no fueron los únicos, pues también se echó mano de antiguos soldados del Ejército Alemán (Wehrmacht) encarcelados por deserción o insubordinación, así como a presos comunistas en campos de concentración a cambio de reducir su penas. Incluso llegó a reclutarse a convictos extranjeros muy peligrosos como rusos y ucranianos, además de radicales musulmanes de Oriente Medio y Turquía. Hecha la selección y agrupada toda esta tropa compuesta por auténticos canallas nació el Batallón SS “Dirlewanger” (SS-Sonderbataillon Dirlewanger), una unidad que sin duda reunía a la escoria humana del mundo.

Irremediablemente las tropas del Batallón SS «Dirlewanger» estuvieron unidas a su líder, Oskar Dirlewanger, el mismo del que había tomado el nombre la formación. Dirlewanger era un antiguo veterano de la Primera Guerra Mundial y miembro de los Cuerpos Francos (Freikorps) durante la República de Weimar que ostentaba un expediente que dejaba mucho que desear. Por ejemplo en 1934 fue encarcelado por violar a una mujer y conducir borracho un coche. Recién liberado de la prisión, volvió a reincidir en otra violación, lo que le valió ser enviado a un campo de concentración para criminales. Solamente la inauguración del Batallón SS «Dirlewanger», una unidad repleta de hombres de similar perfil a él, le permitiría descargar sus frustraciones contra los enemigos de Alemania.

Ante el tipo de tropa compuesta por criminales de diversa índole, el uso que las SS darían al «Dirlewanger» iba a ser evidente. Básicamente su uso se reduciría a acciones de contraguerrilla y antipartisanas en el Frente Oriental, donde los alemanes necesitaban desplegar la máxima violencia contra la población afín a la Unión Soviética. Así pues, miles de convictos desde vulgares ladrones a peligrosos violadores y psicópatas, todos equipados con armas de fuego y explosivos, se les autorizó a tener vía libre para hacer lo que quisieran con los habitantes de poblaciones enteras, una crueldad extrema por parte del «Dirlewanger» que ni en las peores pesadillas un ser humano podría imaginar.

La uniformología del Batallón SS “Dirlewanger” fue muy variopinto porque dependiendo del clima y la geografía los soldados vistieron blusones mimetizados M-42, Feldbluse M-43 o cazadoras de camuflaje M-44; además de su inconfundible escudo oficial consistente en dos granadas de palo cruzadas. Respecto al armamento empleado mayoritariamente se equiparon con fusiles Mauser Kar-98, subfusiles MP-40, granadas de mano M-36 y lanzallamas Flammenwerfer-41 de 7’5 litros de gasolina que se cargaban con 0’45 litros de nitrógeno propelente. Incluso también llegaron a disponer de algunos tanques T-34 soviéticos de 26 toneladas capturados al enemigo.

Operaciones

El 1 de Agosto de 1940 el Batallón SS “Dirlewanger” fue enviado al Gobierno General de Polonia, donde recibió su bautismo de fuego dando las primeras muestras de brutalidad al enfrentarse contra los guerrilleros de la Resistencia Polaca (Armia Krajowa). Sin embargo el comportamiento indisciplinado y violento de sus integrantes, generaron diferencias entre el comandante Oskar Dirlewanger y el jefe de la policía local de las SS en Polonia, Friedrich-Wilhelm Krueger, quién tras numerosas presiones a Berlín, acabó forzado el traslado de la unidad a Bielorrúsia en Febrero de 1942.

Oskar Dirlewanger.

Durante la estancia en Bielorrúsia, el Batallón SS “Dirlewanger” demostró su completa deshumanidad con la población civil, ya que a pesar de que las órdenes implicaban únicamente castigar a todos aquellos individuos que hubiesen colaborado con los partisanos, los antiguos presidiarios fueron mucho más lejos. Por ejemplo se dedicaron a encerrar en los graneros a las personas y a continuación prenderlos fuego; o ametrallar de forma masiva en campo abierto a miles de habitantes. Solamente en los primeros meses 30.000 civiles eslavos fueron aniquilados; sin contar los 8.350 judíos asesinados en la ciudad de Baranovichi.

A nivel táctico los soldados del “Dirlewanger” que se enfrentaron sobre Bielorrúsia a los partisanos soviéticos en los bosques y estepas no cosecharon muy buenos resultados. La razón de ello fue que como la mayoría de sus integrantes eran criminales o delincuentes, su capacidad combativa era muy escasa. De hecho, entre Febrero y Agosto de 1943, las bajas del Batallón SS “Dirlewanger” ascendieron a los 300 hombres, por lo que fue necesario sacar de las prisioneros a 1.200 convictos más para taponar las pérdidas, entre ellos a unos 300 rusos. Tampoco la tropa demostró ser disciplinada porque constantemente desobedecían las órdenes de los oficiales alemanes y se tomaban permisos por su cuenta para dedicarse al pillaje y al saqueo de las localidades vecinas. Precisamente uno de los pocos militares que destacó en la lucha fue su comandante Oskar Dirlewanger, quién obtuvo la Cruz Alemana en Oro tras ser herido varias veces (lo que le valió ser sustituido provisionalmente por su lugarteniente Kurt Weisse).

Tanto las deserciones como las elevadas bajas sufridas contra los partisanos, terminaron rebajando drásticamente los efectivos del Batallón SS “Dirlewanger” a la cifra de 259 hombres según se contabilizó el 30 de Diciembre de 1943. Fue entonces cuando se incrementó la plantilla con 1.000 antiguos presidiarios más procedentes de cárceles y campos de concentración, los cuales ampliaron el batallón al tamaño de Regimiento SS “Dirlewanger”.

Cuando el Ejército Rojo desencadenó la “Operación Bragation” en Junio de 1944 sobre Bielorrúsia, el Regimiento SS “Dirlewanger” se vio obligado a luchar por primera vez en la línea del frente contra las tropas soviéticas. Lógicamente fue un combate desigual porque dicha unidad, adiestrada exclusivamente en acciones antipartisanas y policiales, fue parcialmente disuelta ante el choque de los soldados soviéticos que forzaron su retirada a Polonia y redujeron sus efectivos a 971 hombres.

Miembros de la «Dirlewanger» en Varsovia tras saquear una tienda. Su aspecto destartalado demuestra el carácter delincuente de esta unidad.

El Levantamiento de Varsovia que organizó la Resistencia Polaca (Armia Krajowa) para expulsar a los alemanes y de ese modo evitar la entrada del Ejército Rojo en la capital, fue el capítulo más negro del historial del Regimiento SS “Dirlewanger” tras recibir sus 648 efectivos la orden de liquidar la sublevación sin importar los métodos aplicados para tal fin. Fue así como todos los delincuentes de la unidad dieron rienda suelta a sus instintos y comenzaron a saquear los apartamentos polacos, a violar mujeres o matar niños. Tampoco faltó la crueldad de los musulmanes que integraban la formación porque se dedicaron a cortar los dedos, lenguas y orejas de sus víctimas; mientras que los pirómanos disfrutaban destruyendo con granadas o rociando con sus lanzallamas todo lo que encontraban a su paso, incluyendo seres humanos. Uno de los sucesos más terribles tuvo lugar en el Nº5 de la Calle Nowy Zjazd, concretamente en la Universidad de Varsovia, donde los hombres del “Dirlewanger” asesinaron salvajemente a numerosos profesores en las aulas. Peor todavía fue el asalto protagonizado el 5 de Agosto al Hospital de Plocka porque golpearon hasta la muerte a todos los enfermos y pacientes en las camillas, además de acabar con la vida de todo el personal sanitario. Pero no satisfechos con aquel crimen, la misma noche los antiguos convictos se dirigieron al Nosocomio de San Lázaro situado en la Calle Leszeno, un centro estatal en el que perpetraron una terrible matanza liquidando a las 1.000 personas que había ingresadas. Incluso poco antes de abandonar Varsovia, el Regimiento SS “Dirlewanger” todavía tuvo tiempo de masacrar a todos los empleados de la Fábrica de Fotografía en el Nº4 de la Calle Wolska.

Brigada SS «Dirlewanger»

Integrantes de la «Dirlewanger». Muchas veces se ponías máscaras para ocultar su rostro a la hora de cometer crímenes.

Terminado el Levantamiento de Varsovia, el Regimiento SS “Dirlewanger” fue trasladado en esta ocasión para acabar con el Levantamiento Nacional Eslovaco. Afortunadamente sobre Eslovaquia la brutalidad de Varsovia no se repitió, aunque sí hubo muchas ejecuciones de estilo clásico mediante fusilamientos. Curiosamente fue en territorio eslovaco, cuando el 30 de Septiembre, el comandante Oskar Dirlewanger ganó la Cruz de Caballero por sus mértios en batalla, lo que sirvió para que las SS tomaran la decisión de incrementar nuevamente la plantilla. De este modo reclutaron 4.000 ex-presidiarios y ampliaron la unidad a la denominación de Brigada SS “Dirlewanger” que se dividió en el 72º Regimiento SS de Granaderos al mando de Erich Buchmann y el 73º Regimiento SS de Granaderos liderado por Ewald Ehlers.

Bajo la reciente organización de Brigada SS “Dirlewanger”, la unidad fue desplegada en Hungría para intentar frenar la invasión del Ejército Rojo. Sin embargo, nuevamente las bajas fueron enormes durante los combates contra las tropas soviéticas entre el 14 y 29 de Diciembre de 1944, lo que forzó que toda la Brigada SS “Dirlewanger” fuese trasladada y acuartelada en Eslovaquia.

Durante su reorganización en Eslovaquia, la Brigada SS “Dirlewanger” volvió a dar muchos problemas, pues aunque los eslovacos eran aliados de los alemanes, los antiguos presidiarios se dispersaron por las localidades vecinas robando a los habitantes, violando mujeres y asesinando en algunos casos. Ante esta actitud intolerable, un contingente de tropas alemanas tuvo que rodear los cuarteles donde se hacinaban los hombres de la Brigada SS “Dirlewanger” para evitar que no salieran al exterior y de ese modo no provocasen el pánico.

36ª División SS de Granaderos “Dirlewanger”

Oficialmente durante el período de estancia en Eslovaquia, la Brigada SS «Dirlewanger» fue ampliada a la denominación de 36ª División SS de Granaderos “Dirlewanger”. Al mando del nuevo general Fritz Schmedes (Dirlewanger resultó herido en combate por undécima vez y hubo de ser hospitalizado), su plantilla se organizó en el 36th Batallón de Artillería y las 36ª Compañías de Fusileros y Reconocimiento. No obstante también fueron incorporados del Ejército Alemán (Wehrmacht) el 1.244º Regimiento de Granaderos, la 687ª Brigada de Ingenieros, el Batallón Panzer “Stahnsdorf I” y el 681st Batallón Cazacarros.

36ª División SS de Granaderos “Dirlewanger” (36. Waffen Grenadier Division der SS):
72º Regimiento SS de Granaderos (Waffen-Grenadier-Regiment der SS 72)
73º Regimiento SS de Granaderos (Waffen-Grenadier-Regiment der SS 73)
36th Batallón SS de Artillería (SS-Artillerie Abteilung 36)
36ª Compañía SS de Fusileros (SS-Füsilier Kompanie 36)
36ª Compañía SS de Reconocimiento (SS-Nachrichten Kompanie 36)
Comando Cazador Furtivo Oranienburg (Wilddiebkommando Oranienburg)
1.244º Regimiento de Granaderos (1244. Grenadier Regiment)
687ª Brigada de Ingenieros (687. Pioneer-Brigade)
Batallón Panzer “Stahnsdorf I” (Panzer Abteilung Stahnsdorf I)
681st Batallón de Cazacarros (681. Panzerjaeger-Abteilung)

La 36ª División SS de Granaderos “Dirlewanger” abandonó Eslovaquia en Febrero de 1945 para ser desplegada entre el frente de Silesia y el Río Oder, donde combatió contra el Ejército Rojo en Guben, sufriendo graves pérdidas que aumentaron el número de deserciones a cientos cuando sus integrantes comprendieron que la guerra ya estaba perdida. No obstante y a pesar de las adversidades, muchos resistieron en Silesia hasta Abril de 1945, logrando frenar a los soviéticos en varios sectores y rechazando sus ataques. Gracias a aquellas victorias locales a finales de mes, el general Fritz Schmedes ordenó a sus hombres poner rumbo a Alemania Occidental para entregarse a los Aliados.

Soldados de la 36ª División SS de Granaderos Dirlewanger entrando en una ciudad que sufrirá las consecuencias de la visita.

Soldados de la 36ª División SS de Granaderos «Dirlewanger» entrando en una ciudad que sufrirá las consecuencias de la visita.

La 36ª División SS de Granaderos “Dirlewanger” abandonó Eslovaquia en Febrero de 1945 para ser desplegada entre el frente de Silesia y el Río Oder, donde combatió contra el Ejército Rojo en Guben, sufriendo graves pérdidas que aumentaron el número de deserciones a cientos cuando sus integrantes comprendieron que la guerra ya estaba perdida. No obstante y a pesar de las adversidades, muchos resistieron en Silesia hasta Abril de 1945, logrando frenar a los soviéticos en varios sectores y rechazando sus ataques. Gracias a aquellas victorias locales a finales de mes, el general Fritz Schmedes ordenó a sus hombres poner rumbo a Alemania Occidental para entregarse a los Aliados.

Finalmente el 3 de Mayo de 1945, los 700 supervivientes de la 36ª División SS de Granaderos “Dirlewanger” se rindieron a las tropas de Estados Unidos en las orillas del Río Elba. Curiosamente jamás se juzgó a nadie de la división por crímenes de guerra a pesar de ser una de las unidades con más asesinatos y torturas a sus espaldas de la Segunda Guerra Mundial. Únicamente pagó por sus crueldades Oskar Dirlewanger, quién mientras se encontraba recuperándose en el Hospital de Althausen en Baviera, fue reconocido por soldados polacos y voluntarios de la Francia Libre sobre su camilla, por lo que en un acto se rabia, levantaron sus fusiles y con la culata le golpearon hasta provocarle la muerte. Terminada la contienda aquel 1945, la 36ª División SS de Granaderos “Dirlewanger” fue convertida por la historiografía en un mito cercano al horror.

 

Bibliografía:

Redacción de Serga, 36. Waffen Grenadier Division der SS, Revista Serga Nº77 (2012), p.36-43

Chris Bishop, Divisiones Waffen-SS. «36.ª División SS Waffen Grenadier», Libsa (2009), p.183-184

http://en.wikipedia.org/wiki/36th_Waffen_Grenadier_Division_of_the_SS