Invasión de Noruega y Dinamarca

La Segunda Guerra Mundial se paralizó entre finales de 1939 y principios de 1940 durante la llamada «Drôle de Guerre» o «Guerra Falsa». Salvo por la invasión del Tercer Reich a Polonia y la Guerra de Invierno entre la Unión Soviética y Finlandia, las principales potencias permanecieron al otro lado de sus fronteras a la espera del movimiento del contrario, por lo menos hasta que la Península de Escandinavia despertó el interés estratégico tanto de los Aliados como del Eje, materializándose en el ataque de Alemania primero a Dinamarca y luego a Noruega durante la «Operación Weserübung».

Operación Weserübung

Jamás Alemania se había planteado operar en Escandinavia hasta el 14 de Diciembre de 1939, cuando el crucero británico HMS Arethusa capturó de manera ilegal en aguas neutrales de Noruega al petrolero alemán Altmark y 299 de sus tripulantes, algo que enfureció a Adolf Hitler al temerse justificadamente una invasión de los Aliados a Noruega. Si tal cosa se sucedía la economía militar del Tercer Reich podía venirse abajo porque desde el territorio noruego se podría cortar la ruta comercial con Suecia, principal proveedor de níquel y hierro con 11 millones de toneladas anuales y unos beneficios de 15 millones de marcos «reichsmarks». Ante tal eventualidad, más aún teniendo noticias de que 16.000 soldados del Ejército Francés acababan de acantonarse sospechosamente en Escocia, el Führer puso en marcha la «Operación Weserübung» para adelantarse a sus oponentes y ocupar Noruega y Dinamarca.

La «Operación Weserübung» comenzó a planificarse a las 11:00 horas del 21 de Febrero de 1940 después de que los máximos representantes del Alto Mando Alemán (OKW), los generales Wilhelm Keitel y Alfred Jodl, junto al propio Adolf Hitler, se reunieran en la Cancillería con el polaco de origen alemán, Nikolaus Von Falkenhorst, apodado «Jastrzemlski», quién era experto en cuestiones de Escandinavia al haber contribuido al desembarco del Ejército Imperial Alemán durante la Guerra Civil Finlandesa de 1917, en plena Primera Guerra Mundial. Como curiosamente Nikolaus Von Falkenhorst conocía muy bien Finlandia pero no Noruega, al concluir su entrevista se dio un paseo por Berlín y entró en una librería para comprar una guía de turística sobre dicho país, en cuyos mapas garabateó y tomó apuntes para unas horas más tarde, a las 17:00 de la tarde, volver a la Cancillería y presentar al Führer un rudimentario boceto de invasión consistente en cinco desembarcos sobre los puertos de Oslo, Bergen, Trondenheim, Narvik y Kristiansand, algo que contra todo lo imaginado por él los responsables militares aprobaron bajo la codificación de Directiva Nº6.

Según el país a intervenir la «Operación Weserübung» se dividió en la «Operación Wesërebung Nord» y la «Operación Weserübung Sud». La «Operación Weserübung Sud» consistía en invadir Dinamarca cruzando la frontera desde el norte de Alemania mediante el XXXI Cuerpo del general Leonhard Kaupisch con las 171ª y 198ª Divisiones de Infantería, más la 11ª Brigada Motorizada y el 308º Regimiento de Infantería para ocupar la capital de Copenhague y saltar en paracaidistas sobre diversos de los islotes del Mar Báltico para proceder a la rápida capitulación de la Corona Danesa. La «Operación Weserübung Nord» para invadir Noruega era mucho más compleja porque los diversos contingentes del XXI Cuerpo del general Nikolaus Von Falkenhorst tendrían que desembarcar en el país de la siguiente manera: las 2ª y 3ª Divisiones de Montaña en Narvik, la 69ª División de Infantería Bergen, la 163ª División de Infantería Stavenger, la 181ª División de Infantería Trondheim, la 196ª División de Infantería Oslo y la 214ª División de Infantería en Kristiansand y Arendal, además de contar con una «quinta columna» en la capital conformada por milicias colaboracionistas noruegas del movimiento Unidad Nacional (Nasjonal Samling) al frente del líder Vidkun Quisling. A tales unidades las apoyarían los saltos sobre los Aeródromos de Sola, Aalborg y Fornebu por parte del 1º Regimiento Paracaidista del general Erich Walther, más el soporte desde el aire de la X Cuerpo Aéreo (X Fliegerkorps) del general Hans Ferdinand.

La Marina de Guerra Alemana (Kriegsmarine) al mando del gran almirante Erich Raeder sería esencial para la «Operación Wesërubung» porque el Grupo Naval Occidental del almirante Alfred Saalwätcher se encargaría de transportar a Escandinavia a los contingentes del Ejército Alemán. Sobre Noruega el Iº Grupo Naval depositaría a las tropas en Narvik con los diez destructores Georg Thiele, Wolfang Zenker, Bernd Von Amim, Erich Geise, Erich Koellner, Diether Von Roeder, Hans Lüdemann, Hermann Künne, Wilhem Heidkamp y Anton Schmitt, los tres transportes, Bärenfels, Havock y Alster, y los dos petroleros: Jan Wellem y Kattegat; el IIº Grupo Naval en Trondheim con el crucero Admiral Hipper, los cuatro destructores, Paul Jaboki, Theodor Riedel, Bruno Heinemann y Friedrich Eckoldt, los tres transportes Saô Paulo, Levante y Main, y los dos petroleros Skagerrak y Moonsud; el IIIº Grupo Naval en Bergen con los cruceros Königsberg y Köln, el cañonero Bremse, los torpederos Leopard y Wolf, y las seis lanchas torpederas, Carl Peters, S19, S21, S22, S23 y S24; el IVº Grupo Naval en Kristiansand con el crucero Karlsruhe, los tres torpederos Luchs, Greif y Seeadler, y las ocho lanchas torpederas Tsingtao, S7, S8, S17, S30, S31, S32 y S33; el Vº Grupo Naval en Oslo con el acorazado Lützow, los dos cruceros Blücher y Emden, los tres torpederos R19, R18 y Rau 8, y las seis lanchas torpederas Möwe, Albatros, Kondor, R17, R22, Rau 7, R20, R24, R22 y R23; el VIº Grupo Naval en Egersund con los cuatro dragaminas M1, M2, M9 y M13; y el VIIº Grupo Naval en Korsör y Nyborg con el acorazado Schleswig-Holstein, los cuatro dragaminas Claus Von Bevern, Pelikan, Nautilus y MRS12, y los dos transportes Campinas y Córdoba. Sobre Dinamarca el VIIIº Grupo Naval dejaría a sus efectivos en Copenhaguen con el dragaminas Harsentadt Danzig y el rompehielos Stettin, el IXº Grupo Naval en Middelfart con los seis dragaminas Arkona, Otto Braun, Cressida, Silvia, R6 y R7, la patrullero UJ107, el transporte Rugard y los dos remolcadores Passat y Monsun; el Xº Grupo Naval en Esbjerd con los veinte dragaminas M1201, M1202, M1203, M1204, M1205, M1206, M1207, M1208, M4, M20, M84, M102, R25, R26, R27, R28, R29, R30, R31 y R32; y el XIº Grupo Naval en Thyborön con el transporte Von Der Groeben y los catorce dragaminas M61, M89, M110, M111, M134, M136, R33, R34, R35, R36, R37, R38, R39, y R40. A estas unidades hubo que añadir las escoltas comprendidas en la Fuerza de Batalla con los dos acorazados Scharnhorst y Gneisienau; el Grupo Dragaminas con los ocho minadores Roland, Cobra, Preussen, Köningen Luise, M6, M10, M11 y M12; y la Fuerza Sumbarina con los treinta y cinco sumergibles U-25, U-46, U-51, U-64, U-65, U-30, U-34, U-9, U-14, U-56, U-60, U-62, U-1, U-4, U-37, U-38, U-47, U-48, U-49, U-50, U-13, U-57, U-58, U-59, U-2, U-3, U-5, U-6, U-7, U-10, U-19, U-17, U-23, U-24 y U-61.

Aproximadamente el Eje reunió a 102.000 soldados entre 100.000 alemanes y 2.000 colaboracionistas noruegos, más un material de 70 tanques, 146 navíos (4 acorazados, 6 cruceros, 14 destructores, 35 submarinos, 56 dragaminas o minadores, 1 cañonero, 1 patrullera, 12 lanchas torpederas, 10 cargueros, 4 petroleros, 2 remolcadores y 1 rompehielos) y 1.121 aviones (102 cazas, 233 bombarderos, 39 bombarderos en picado, 165 aparatos de reconocimiento y 582 transportes).

Plan de los Aliados

Los Aliados desde principios de 1940 habían planeado invadir Noruega mediante una serie de fuerzas mixtas compuestas por un conglomerado de tropas del Reino Unido, Francia y los exiliados de Polonia, sin saber que muy pronto se les adelantaría el Tercer Reich. La idea era aprovechar el país nórdico primero para influir sobre la neutral Suecia y amenazar todas sus importaciones de hierro a Alemania, además de que desde las bases noruegas se podía interrumpir el tráfico mercante en el Mar Báltico y su salida al Océano Atlántico a través de la Península de Jutlandia, y lo que era más importante, dentro del radio de acción de la aviación anglo-francesa quedarían todas las industrias del territorio germano independientemente de su ubicación, incluyendo la propia capital de Berlín.

Como ni el Rey Haakon VIII de Noruega ni el Rey Christian X de Dinamarca esperaban ser agredidos, y menos por ambos contendientes de la Segunda Guerra Mundial, los Aliados diseñaron su plan en secreto para desembarcar en Escandinavia, contando con la posibilidad de quizá tener que luchar contra el Ejército Noruego. El grueso principal, esencialmente adscrito a la 49ª División de Infantería Británica al mando del general Claude Auchinleck, sería depositado en el puerto más septentrional de Narvik con la la 24ª Brigada de Infantería Británica, la 27ª Semibrigada de Cazadores Alpinos Franceses, el 3º Regimiento Real de Húsares Británico «The King’s Own Hussars» y la 13ª Legión Extranjera Francesa; seguido por una segunda oleada con la 24ª Brigada de Guardias Británica, la 6ª Brigada Antiaérea Británica y la Brigada Independiente Polaca. Simultáneamente tomarían pie en tierra la 17ª Brigada de Infantería Territorial Británica, la 146ª Brigada de Infantería Británica y la 5ª Semibrigada de Cazadores Alpinos Franceses en Namsos; así como la 15ª Brigada de Infantería Británica y la 148ª Brigada de Infantería Territorial Británica en Andalsnes. Del traslado de dicha fuerza expedicionaria sobre el Mar del Norte se encargaría la Marina Real Británica (Royal Navy), la Marina Francesa y la Marina Polaca bajo el liderazgo del almirante Charles Forbes con los tres portaaviones HMS Ark Royal, HMS Furious y HMS Glorious; los seis acorazados HMS Resolution, HMS Rodeny, HMS Valiant, HMS Warpsite, HMS Renown y HMS Repulse; los veintiún cruceros HMS Berwick, HMS Devonshire, HMS Sulfolk, HMS York, HMS Birmingham, HMS Effingham, HMS Glasgow, HMS Manchester, HMS Sheffield, HMS Southampton, HMS Arethusa, HMS Aurora, HMS Coventry, HMS Curlew, HMS Enterprise, HMS Galatea, HMS Penelope, HMS Cairo, HMS Carlisle, HMS Curacoa, HMS Calcutta, Emile Bertin y Montcalm; los treinta y tres destructores HMS Acasta, HMS Afridi, HMS Ardent, HMS Debouin, HMS Cossack, HMS Eskimo, HMS Punjabi, HMS Hero, HMS Icarus, HMS Kimberley, HMS Forester, HMS Foxhound, HMS Hardy, HMS Hunter, HMS Hotspur, HMS Havock, HMS Hostile, HMS Gurkha, HMS Glowworm, HMS Wolverine, HMS Zulú, Bison, Tartu, Maillé Brézé, Chevalier Paul, Boulonnais, Milan, Épervier, Brestois, Foudroyant, Blyskawica, Burza y Grom; los siete submarinos HMS Sterlet, HMS Tarpon, HMS Thistle, HMS Seal, HMS Snapper, Rubis y Orzel; los seis cañoneros HMS Auckland, HMS Bittern, HMS Black Swan, HMS Flamingo, HMS Fleetwood y HMS Stork; y los transportes Ville d’Alger, Djenné, Flandre, Président Doumer, Chenonceaux, Maxique, Colombie, Saumur, Amiénois, Cap Blanc, Châteu Pavie, Saint Firmin, Albert Leborge, Paul Émile Javary, Saint Clair, Vulcain, Ensigne Maurice Préchac, Chorby, Sobieski y Batory.

El Ejército Noruego al mando del general Kristian Laake desplegaba en las costas del Mar del Norte a las 1ª y 2ª Divisiones de Infantería en los alrededores de Oslo, a la 3ª División de Infantería en Kristiansand, a la 4ª División de Infantería en Bergen, a la 5ª División de Infantería en Trondheim y a la 6ª División de Infantería en Harstad, más unidades autónomas entre las que estaban los Regimientos de Dragones y la Guardia Real Noruega; así como los 144 aviones de la Fuerza Aérea Real Noruega y la Fuerza Aero-Naval con 61 cazas, 4 bombarderos, 36 hidroaviones, 1 transporte y 42 aparatos de reconocimiento; sin obviar los 62 navíos de la Marina Real Noruega compuesta por los diez destructores Garm, Draug, Eger, Slepner, Gyller, Odin, Tor, Balder, Norge y Eidsvoll, los diecinueve minadores o dragaminas Vale, Uller, Brage, Nor, Vidar, Gor, Tyr, Glommen, Laugen, Froya, Olav Tryggvason, Otra, Rauma, Djerv, Dristig, Hvas, Kjaek, Falk y Hauk, los nueve submarinos A-1, A-3, A-4, B-1, B-2, B-3, B-4, B-5 y B-6, las diecisiete lanchas torpederas Trygg, Snogg, Stegg, Brand, Laks, Sael, Storm, Sild, Skrei, Grib, Jo, Kjell, Lom, Ravn, Skrav, Teist y Ravn, y las siete patrulleras Fridtjof Nansen, Heimdal, Honnigsvag, Nordkapp, Oster, Pol III y Thorodd. Respecto al Ejército Danés al mando del general William Wain Prior contaba para la defensa con la 1ª División de Infantería en la Isla de Zealand, la 2ª División de Infantería en la Península de Jutlandia y la Guardia Real Danesa en Copenhague.

Aproximadamente los Aliados reunieron a 112.500 efectivos entre 60.000 noruegos, 35.000 anglo-franceses, 14.500 daneses y 3.000 polacos; así como un material de 4 tanques (3 británicos y 1 noruego), 209 aviones (148 británicos y 61 noruegos) y 128 navíos contando 3 portaaviones (británicos), 6 acorazados (británicos), 21 cruceros (19 británicos y 2 franceses), 43 destructores (21 británicos, 10 noruegos, 9 franceses y 3 polacos), 16 submarinos (9 noruegos, 5 británicos, 1 francés y 1 polaco), 19 minadores o dragaminas (noruegos), 6 cañoneros (británicos), 7 patrulleras (noruegas), 17 lanchas torpederas (noruegas) y 20 transportes (17 franceses y 3 polacos).

Invasión de Dinamarca

El 7 de Abril de 1940 unos aviones de reconocimiento de la Fuerza Aérea Real Británica (Royal Air Force o RAF) avistaron en el Mar del Norte a una escuadra enemiga de considerable tamaño navegando en dirección a Escandinavia. Aunque en un principio los ingleses vacilaron sobre cómo responder a la amenaza, en cuanto la jornada del 8 el submarino polaco Orzel localizó y hundió mediante un torpedo al carguero alemán Río de Janeiro, descubriendo que a bordo viajaban tropas germanas, el Almirantazgo Británico en Londres ordenó zarpar a la fuerza expedicionaria de los Aliados para intentar adelantarse al Eje e invadir Noruega.

En la tarde del 8 de Abril de 1940, la Flota Aliada zarpó de Escocia saliendo del Estuario del Río Clyde y Firth of Forth para adentrarse en las peligrosas aguas del Mar del Norte. Durante la travesía algunas de las vanguardias de la escuadra por casualidad se toparon con los buques de escolta de la Marina de Guerra Alemana que también navegaban hacia Noruega. De hecho el crucero alemán Admiral Hipper avistó y hundió a cañonazos al destructor británico HMS Glowworm con la consiguiente muerte de 105 marineros que se ahogaron con la nave (40 supervivientes sería recogidos por los germanos y hechos prisioneros). No mucho tiempo después un escuadrón de 88 aviones alemanes Junkers Ju 88 y Heinkel He 111 arrojaron bombas contra sus oponentes y echaron a pique al destructor HMS Gurkha con otros 16 muertos.

Soldados daneses resistiendo con un cañón al Ejército Alemán en Aabenra.

A las 4:00 horas de la madrugada del 9 de Abril de 1940, las tropas del XXXI Cuerpo Alemán con un destacamento de motociclistas y una unidad de 70 tanques Panzer cruzaron la frontera de Alemania con Dinamarca a través de la provincia de Schleswig-Holstein. Nada más producirse la agresión, justo en el ala oriental del avance sobre Lundtoftbjerg, dos cañones del Ejército Danés dispararon fuego contra la columna de vanguardia provocando la destrucción de dos coches blindados y forzando al resto a retirarse a cambio de morir durante la refriega un artillero danés. Solamente la intervención posterior de 300 soldados germanos apoyados por artillería lograron superar las posiciones enemigas mediante una carga a la bayoneta en la que mataron a un danés, antes de capturar a los dos cañones, a 33 defensores y por supuesto el enclave de Lundtoftbjerg.

Con rapidez el XXXI Cuerpo Alemán ascendió sobre la Península de Jutlandia cuando las compañías ciclistas tomaron Rabsted y la localidad de Bjergskov, capturando en esta última dos piezas anticarro y cuatro daneses heridos; además de ocupar Aabenraa tras perder los germanos a un tanque y eliminar a cuatro defensores. Más complicado fue el asalto contra la ciudad de Haderslev custodiada por 400 tropas danesas y un cañón de 37 milímetros que destruyó a un carro alemán, aunque sin lograr evitar que los germanos irrumpiesen en la urbe por la Calle Sonderbro hasta que la población se rindió después de haber fallecido siete daneses entre cuatro militares y tres civiles. Igual de difícil fue el ataque a Bredevad porque los alemanes perdieron cuatro coches blindados antes de asegurar el enclave y matar a dos daneses; mientras que más al oeste, se abalanzaron contra los 50 defensores del Reducto Tonder que conquistaron a costa de ser pulverizados otros tres vehículos acorazados por culpa de la artillería danesa, lo que al menos sirvió para abrirles el paso y apoderarse con facilidad de Abild y Solsted.

A las 4:20 horas horas de la madrugada el dragaminas alemán Hansestadt Danzig y el rompehielos Stettin entraron sin ser vistos en el puerto de la capital de Copenhague y desembarcaron al 308º Regimiento de Infantería del general Kurt Himmer sobre los Muelles de Lagerlinie. Como los vigías del Fuerte Middlegrund no se percataron de su presencia debido a que los aviones germanos Dornier Do 17 y Heinkel He 111 distrajeron a los defensores bombardeando el centro de la ciudad, las tropas germanas entraron en el Palacio de Amalienborg, efectuando un tiroteo en el que resultó herido un miembro de la Guardia Real Danesa, antes de ocupar todo el edificio y hacer prisionero al Rey Christian X.

Tropas danesas hechas prisioneras por el Ejército Alemán.

Simultáneamente a la captura del Rey Christian X, un grupo de cazabombarderos Messerschmitt Bf 110 arrasaron el Aeródromo de Vaerloese destruyendo a 11 aviones y dañando a otros 14 de la Fuerza Aérea Real Danesa, incluyendo un derribo en el aire de un biplano Fokker CVE. Acto seguido las unidades del 1º Regimiento Paracaidistas a bordo de transportes Junkers Ju 52 saltaron y ocuparon los Aeródromos de Aalborg y Gericke, así como el Puente de Storstrom que conectaba la Isla de Falster con la Isla de Zealand, precisamente donde desembarcó desde el Mar Báltico una columna que tomó el puerto de Funen. De hecho otras embarcaciones y ferrys trasladaron desde el norte de Alemania a contingentes menores que rápidamente fueron depositados en tierra y se apropiaron de Esbjerg, Fyen, Korsor Nyborg y Gedser.

A media mañana del 8 de Agosto de 1940, el embajador alemán Cecil Von Reuthe Fink que trabajaba en Copenhague, se dirigió al Palacio de Amalienborg, donde tras negociar con el Rey Christian X, el monarca ordenó deponer las armas en todo el país a las fuerzas del Ejército Danés. Inmediatamente al hacerse efectiva la orden, las tropas del XXXI Ejército Alemán ocuparon la totalidad de Dinamarca sin necesidad de pegar un sólo tiro, poniendo fin a la «Operación Weserübung Sud» que concluyó con 49 bajas danesas entre 26 muertos y 23 heridos, así como 20 bajas alemanas entre 13 muertos (12 soldados y 1 piloto) y 7 heridos.

Invasión de Noruega

Crucero alemán Blücher hundiéndose frente a Oslo.

Frente a la capital de Oslo se presentaron al amanecer del 9 de Abril de 1940 el Vº Grupo Naval con el acorazado Lützow y los dos cruceros Blücher y Emden, así como un buen puñado de embarcaciones menores que se aproximaron a los Muelles de Horten para ser recibidos por las diminutas unidades de la Marina Real Noruega, las cuales contra todo pronóstico ofrecieron resistencia debido a que el dragaminas noruego Olav Tryggvason hundió a la lancha torpedera alemana R17, aunque rápidamente los germanos echaron a pique a la patrullera noruega Pol III. De igual forma las baterías de costa del Ejército Noruego emplazadas en el Fuerte de Oscarsborg abrieron un fuego devastador contra las naves del Vº Grupo Naval, impactando contra el crucero Blücher al que le dejaron inoperativa la torrera y la mayor parte de su artillería. A pesar de que el buque germano se defendió con las pocas piezas disponibles y hundió al destructor noruego Eger, la descarga de proyectiles que recibió desde el litoral le generó un incendio imposible de controlar hasta que finalmente el Blücher volcó y se fue a pique perdiendo la vida 830 marineros.

Como consecuencias de las muchas dificultades para tomar Oslo por parte del Vº Grupo Naval y de que las autoridades se negaron a aceptar la oferta de rendición presentada por el embajador alemán Curt Bräuer, aviones Junkers Ju 52 aparecieron a las afueras de la capital para lanzar a las tropas del 1º Regimiento Paracaidista que nada más descender con sus campanas sobre la nieve se reorganizaron y tomaron con facilidad el Aeródromo de Fornebu. Al mismo tiempo en la ciudad, tuvo lugar una insurrección protagonizada por los 2.000 fascistas noruegos armados de la Unidad Nacional «Nasjonal Samling» que tomaron algunos edificios públicos y contactaron con los paracaidistas que se abrían paso entre las calles, algo que forzó la huida definitiva del Rey Haakon VII y los diputados del Parlamento (Storling). De hecho justo después de marcharse los últimos 30 camiones que se llevaron las reservas de oro del Banco de Noruega, las tropas germanas desembarcaron en el puerto y declararon conquistada Oslo.

Tropas alemanas de la Wehrmacht operando en la calles de la capital de Oslo, Noruega.

El Iº Grupo Naval que tenía encomendada la operación más al norte de Noruega, se acercó a Narvik con los acorazados Scharnhost y Gneisenau, myás diez destructores y transportes, a los cuales les salieron al paso primero el destructor noruego que fue hundido por torpedos con 182 muertos y el luego el destructor Norge que también fue torpedeado y echado a pique con 200 víctimas mortales. Acto seguido un puñado de tropas desembarcaron en los muelles sufriendo una sólo baja, mientras el general alemán Eduard Dientl se entrevistaba con el alcalde e incluso se ofrecía como rehén a cambio de que las tropas noruegas no opusieran resistencia. Después de una fructífera negociación con las autoridades, finalmente los soldados noruegos se rindieron y permitieron desembarcar en Narvik a las fuerzas de las 2ª y 3ª Divisiones de Montaña, cuyos oficiales instalaron el cuartel general en el Hotel Royal.

Sobre otros sectores de Noruega también surgieron algunas complicaciones porque durante la aproximación del IIIº Grupo Naval a Bergen las baterías de costa dañaron al crucero Königsberg que se hubo de retirar a efectuar reparaciones en Alemania. También en Trondheim el IIº Grupo Naval fue atacado por el destructor noruego Draug que hundió al petrolero germano Main, además de tener los alemanes que silenciar todos los cañones del litoral que fueron destruidos por el crucero Admiral Hipper. A pesar de las dificultades, tanto Bergen como Trondheim capitularon ante las tropas de las 69ª y 181ª Divisiones de Infantería respectivamente, cuyos soldados cortaron en dos las costas de Noruega.

Paracaidistas descendiendo cerca del Aeródromo de Sola, próximo a Stavenger.

Más sencillo fue ocupar Stavenger por la 163ª División de Infantería debido a que la ciudad se rindió porque previamente fue rodeada por los hombres del 1º Regimiento Paracaidista que con éxito saltaron sobre la pista y se apropiaron del Aeródromo de Sola. También el VIº Grupo Naval se apoderó de Egersund haciendo 53 prisioneros sin pegar un sólo tiro; mientras que el torpedero Greif en solitario desembarcó un contingente mediante el que tomó la ciudad de Arendal y cortó el cable de comunicaciones submarino con el Reino Unido. Incluso en el puerto de Kristiansand que inicialmente ofreció oposición porque una batería causó daños ligeros en el crucero Karlsruhe que posteriormente sería rematado y hundido de un torpedo por el submarino inglés HMS Truant (sin registrarse víctimas porque la tripulación fue evacuada a tiempo), el IVº Grupo Naval conquistó con facilidad la metrópoli, neutralizó el Fuerte Odderö y capturó intactos a los destructores noruegos Gyller y Odin, llegando el alcalde de la ciudad a recibir jubilosamente a los alemanes por ser un simpatizante del movimiento Unidad Nacional.

Batallas de Narvik

El 10 de Abril de 1940 la Marina Real Británica se adentró en el Fiordo de Narvik con una escuadra de seis naves entre las que estaba el crucero HMS Penélope y los cinco HMS Hardy, HMS Havock, HMS Hunter y HMS Hostile al mando del capitán Bernard Warburton-Lee. Sin saber que había enemigos en las inmediaciones, pronto se llevaron la desagradable sorpresa de que en la zona aguardaban los diez destructores alemanes Hermann Künne, Hans Lüdemann, Jan Wellem, Wilhelm Heidkamp, Anton Schmidt, Diether Von Roeder, Wolfang Zeiker, Erich Koellner, Erich Giese y Bernd Von Arnim al frente del capitán Friedrich Bonte.

Como el descubrimiento fue mutuo a las 5:30 horas, la escuadra de la Marina Real Británica fue la primera en disparar a quemarropa con varias salvas que hundieron a los destructores germanos Anton Schmidt y el Wilhelm Heidkamp, además de siete cargueros noruegos anclados en los muelles, perdiendo la vida durante la refriega el oficial alemán Friedrich Bonte. Sin embargo pronto los alemanes se recuperaron del golpe inicial y devolvieron el fuego con mortíferos cañonazos que hundieron a los dos destructores ingleses HMS Hardy y el HMS Hunter, además de causar graves daños en el HMS Hotspur, provocar una ligera avería en el crucero HMS Penélope y matar de un proyectil al capitán Bernard Warburton-Lee.

Bombardero en picado Stuka sobrevolando un fiordo de Noruega (con depósitos de combustible extras bajo las alas).

La Primera Batalla de Narvik terminó con una victoria de la Marina de Guerra Alemana que ahuyentó a la escuadra de invasión de la Marina Real Británica. Sin embargo la jornada del 10 de Abril no fue un buen día para ninguno de los dos bandos en otros puntos de Noruega porque sobre Bergen un escuadrón de bombarderos en picado ingleses Skua atacaron a dos cruceros germanos, errando uno de los aparatos sobre el Köln antes de ser derribado por las baterías antiaéreas de la nave, pero encajando los demás aviones hasta un total de cinco bombas en el crucero Königsberg al que destrozaron su estructura y sala de calderas hasta provocar su definitivo hundimiento. No obstante y salvo por este éxito, los británicos también encajaron pérdidas porque cerca de Skudenes tuvo lugar un duelo singular entre dos submarinos que concluyó cuando el sumergible alemán U-4 torpedeó y hundió al submarino inglés HMS Thistle matando a 59 marineros.

Entre los días 11 y 12 de Abril los bombarderos en picado Skua causaron destrozos en las instalaciones portuarias del Ejército Alemán sobre Oslo, Bergen y Trondenheim, además de ser acosadas algunas de sus naves en el Mar del Norte, como por ejemplo el petrolero Skagerrak que fue hundido por los cañones del crucero inglés HMS Suffolk y el petrolero Moonsund a manos de un torpedo del submarino HMS Snapper; además de ser echado a pique por culpa de una colisión accidental el torpedero Leopard. A estos daños la Fuerza Aérea Alemana respondió bombardeando la ciudad de Nybergsund y acabando con la vida de varios civiles, precisamente en donde se había refugiado el Rey Haakon VII como represalia por no reconocer al nuevo gobierno provisional de la Unidad Nacional.

La Segunda Batalla de Narvik comenzó el 13 de Abril de 1940 cuando se presentó en el Fiordo de Narvik una poderosa escuadra de la Marina Real Británica al mando del vicealmirante William Whitworth compuesta por once navíos entre los que estaban el portaaviones HMS Furious, el acorazado HMS Warpsite y los nueve destructores HMS Bedouin, HMS Cossack, HMS Punjabi, HMS Eskimo, HMS Kimberley, HMS Hero, HMS Icarus, HMS Forester y HMS Foxhound. Frente a los ingleses una flota menor de la Marina de Guerra Alemana liderada por el capitán de fragata Erich Bey poseía diez buques que incluían al submarino U-64, al petrolero Jan Wellem y a los ocho destructores Hermann Künne, Hans Lüdemann, Jan Wellem, Diether Von Roeder, Wolfang Zeiker, Erich Koellner, Erich Giese y Bernd Von Arnim.

Destructores alemanes barrenados en el Fiordo de Narvik.

A las 12:30 horas del 13 de Abril los ocho destructores de la Marina de Guerra Alemana anclados junto a Narvik se defendieron a tiros disparando contra la Marina Real Británica causando daños considerables a los tres destructores ingleses HMS Beduin, HMS Punjabi y HMS Cossack que retrocedieron con 28 muertos y 55 heridos. No obstante en seguida los británicos respondieron hundiendo a cañonazos al destructor Herman Künne que fue triturado por los proyectiles del HMS Eskimo, mientras el submarino U-64 fue echado a pique por los torpederos Swordfish del portaaviones HMS Furious. Ua vez los germanos agotaron sus escasas municiones y encajaron 128 muertos entre sus tripulaciones, como sabían que ya nada podían hacer frente a unas fuerzas tan superiores, los marineros alemanes barrenaron y dinamitaron a sus propios buques para evitar que fuesen capturados por el enemigo, hundiendo ellos mismo a los restantes siete destructores Hans Lüdemann, Jan Wellem, Diether Von Roeder, Wolfang Zeiker, Erich Koellner, Erich Giese y Bernd Von Arnim, así como al petrolero Jan Wellem.

Campaña en el Norte

La derrota de la Marina Guerra Alemana en la Segunda Guerra de Navirk sería una de las peores sufridas por los germanos en la Segunda Guerra Mundial. Afortunadamente el revés no afectó a las operaciones en tierra porque pronto la 196ª División de Infantería que avanzaba desde Oslo enlazó con las fuerzas de la 181ª División de Infantería que venía de Trondheim, por lo que una vez juntas, ambas avanzaron a través del Valle de Gudbrandsalen y el Valle de Osterdales para arrollar a las 1ª y 2ª Divisiones de Infantería Noruegas a las que el 13 de Abril arrebataron el enclave de Honefoss y forzaron a 3.000 de sus defensores a huir cruzando la frontera con la neutral Suecia, siendo inmediatamente desarmados sus hombres e internados por las autoridades militares del Ejército Sueco.

Tropas británicas en las ruinas de Namsos.

Al día siguiente de los avances del Ejército Alemán, el 14 de Abril, finalmente los Aliados desembarcaron en Noruega, haciéndolo la 24ª Brigada de Guardias Británica y la Brigada Independiente Polaca en Harstadt y el Islote de Hinnoya; a la vez en que la 146ª Brigada de Infantería Británica y la 5ª Semibrigada de Cazadores Alpinos Franceses eran depositadas en la ciudad costera de Namsos. Durante las maniobras de aproximación fueron hundidos por los alemanes los dos submarinos británicos HMS Tarpon y HMS Sterlet, aunque al mismo tiempo bombarderos en picado Skua se tomaron la revancha echando a pique al carguero germano Barenfels. Lamentablemente y pese a las esperanzas depositadas en la llegada de los anglo-franceses, ya era demasiado tarde porque los invasores poseían el dominio de la iniciativa debido a que tan sólo veinticuatro horas después de pisar suelo escandinavo, el 15 de Abril, se rindieron a las afueras de Kristiansand los últimos 2.000 componentes de la 3ª División de Infantería Noruega capitulando en Setesdal a las fuerzas de la 214ª División de Infantería Alemana.

El 17 de Abril de 1940 un total de 20.000 soldados adscritos a la 24ª Brigada de Infantería Británica, la 27ª Semibrigada de Cazadores Alpinos Franceses, el 3º Regimiento Real de Húsares Británico «The King’s Own Hussars» y la 13ª Legión Extranjera Francesa (dentro de estas algunos exiliados alemanes y españoles) desembarcaron al norte del puerto de Narvik. Como la guarnición germana solo contaba con 4.800 defensores entre 3.000 marineros y 1.800 cazadores de montaña con un material consistente en 14 cañones, 48 camiones y 8 coches requisados a civiles, el general Eduard Dientl optó por retirarse en dirección a la frontera con Suecia después de un breve choque con tropas tropas polacas cerca de Skjomen. No obstante y justo antes de procederse a la evacuación, el 18 de Abril, un hidroavión procedente de Alemania amerizó cerca de los muelles con un mensaje del propio Adolf Hitler que instaba a sus oficiales a resistir a los Aliados. Así fue como comenzó el largo asedio de Narvik, también conocido como Tercera Batalla de Narvik, que se prolongaría largas semanas con las fuerzas germanas parapetadas en la ciudad y los picos nevados de alrededor, rechazando los asaltos de miles de soldados británicos, franceses y polacos, a los que mantuvieron a raya en parte gracias al acoso que sufrieron estos últimos desde el aire a manos de los bombarderos en picado Stukas.

En las inmediaciones de Namsos la 5ª División de Infantería Noruega, la 146ª Brigada de Infantería Británica y la 5ª Semibrigada de Cazadores Alpinos Franceses lanzaron su ofensiva el 19 de Abril de 1940 que inicialmente desalojó a los pocos defensores germanos, por lo menos hasta que el 20 intervino el grueso de la 181ª División de Infantería Alemana, rechazado tras un duro enfrentamiento a ingleses, franceses y noruegos de las localidades de Follafoss y Steinkjer, cuyo trazado urbano fue reducido a cenizas por la aviación los días 21 y 22. Tampoco de nada sirvió un intento de avanzar hacia Oslo por parte de la 15ª Brigada de Infantería Británica recientemente desembarcada en Andalsnes, ya que sus hombres solo consiguieron inmovilizar mediante un disparo efectuado a 140 metros de distancia a un tanque Neubaufahrzeug, para acto seguido los germanos arrollar a sus oponentes la jornada del 25 y causarles 57 muertos (54 ingleses y 3 noruegos) en un episodio que se conoció como la Batalla de Kvam.

Esquiadores del Ejército Francés y el Ejército Noruego.

A finales de Abril de 1940 las cosas se complicaron para los Aliados porque la 69ª División de Infantería Alemana que operaba en el sector de Bergen, rompió las fortificaciones de la «Línea Bergen» sostenida por los 6.361 soldados de la 4ª División de Infantería Noruega que hasta ese momento había repelido varios asaltos entre Hadangerfjord y Sognefjord, pero que desde entonces no tuvieron más remedio que emprender la retirada siendo acosados desde el aire por la aviación que arrasó la ciudad de Voss y mató a numerosos de sus hombres. Así fue como después de unos días de persecución, el 2 de Mayo, las tropas alemanas que ya tenían en su poder las ruinas de Voss, entraron victoriosas en la ciudad de Tromso.

Nada más conocerse la caída de Tromso en manos del Ejército Alemán, el Primer Ministro Neville Chamberlein desde el Reino Unido ordenó proceder a la evacuación de los Aliados de Noruega. De hecho ese mismo 2 de Mayo, las tropas británicas y francesas reembarcaron a toda prisa y abandonaron los puertos de Andalsnes y Namsos que fueron inmediatamente ocupados por las fuerzas del Eje, exactamente igual que los muelles de Veblungsnes, no sin que antes bombarderos en picado Stuka causaran terribles destrozos a la Flota Aliada, pues en una sola oleada impactaron y hundieron al transporte HMS Bittern y el destructor noruego Garm. Precisamente a las veinticuatro horas de estos raids, el 3 de Mayo, los Stukas regresaron a la zona y echaron a pique al destructor inglés HMS Afridi y el destructor francés Bison; mientras que la jornada del 4 hundieron al destructor polaco Grom que desapareció bajo el agua con 59 muertos.

Imparables las tropas del Ejército Alemán fueron conquistando el interior de Noruega como por ejemplo las ciudades de Hegra, Sor-Trondelag, Vinjesvingen y Telemark que cayeron el 5 de Mayo, además de alcanzar durante la siguiente semana algunos puntos de la frontera con Suecia. La jornada del 14 un grupo de franceses efectuaron un desembarco de distracción en Bjerkvik para facilitar la evacuación en otros lugares del país, algo que no sirvió de nada porque los alemanes les expulsaron y encima en medio del fuego cruzado perdieron la vida 14 civiles. A las cuarenta y ocho horas, el 16, la Fuerza Aérea Alemana destruyó por completo al crucero Effingham y hundió al transporte polaco Chorby en el que perecieron un total de 400 soldados ahogados (siendo posteriormente rescatados 700 náufragos del agua). A estos reveses de los anglo-franceses tanto en tierra como en el mar, incluyendo la captura intacta del destructor noruego Troll, hubo que añadir que en las horas próximas las fuerzas germanas entraron en la ciudad de Floro después de haber derrotado y disuelto a las últimas unidades de la ya inexistente 4ª División de Infantería Noruega.

Paracaidistas alemanes conversando a varios kilómetros de Narvik para salvar a sus compañeros sitiados. Al fondo puede apreciarse un transporte aéreo Junkers Ju 52.

A finales de Abril de 1940 los únicos contingentes del Eje que realmente sufrían eran los restos del personal de la Kriegsmarine y los cazadores de las 2ª y 3ª Divisiones de Montaña sitiados en Narvik. Aunque el 17 de Mayo recibieron ayuda de 90 tropas experimentadas, en concreto 15 venidas a bordo de un hidroavión y 75 paracaidistas que fueron lanzados desde trimotores Junkers Ju 52, las cosas se hacían cada vez más difíciles porque tropas noruegas se presentaron en el lugar, ampliando las fuerzas de asedio a 24.500 hombres junto a sus compañeros ingleses, franceses y polacos. De nada sirvió el apoyo de la Fuerza Aérea Alemana en las jornadas siguientes porque pese a que el 26 de Mayo un grupo de bombarderos Junkers Ju 88 hundieron al crucero británico HMS Curlew con nueve muertos a bordo y el 27 acosaron a las tropas occidentales mediante una incursión en Bodo que dejó 15 fallecidos y destruyó 760 edificios, la jornada del 28 el general Eduard Dientl decretó la evacuación de Narvik. Desgraciadamente en cuanto los 400 supervivientes salieron de la ciudad perseguidos por los anglo-franceses, los soldados de la 1ª Brigada Independiente Polaca les bloquearon el paso sobre la línea de ferrocarril sobre la que escapaban, viéndose entonces los alemanes forzados a refugiarse en el interior de un túnel y renunciar a dirigirse a Suecia.

Milagrosamente las tropas alemanas sitiadas en el Túnel de Narvik resistieron más de una semana rechazando los asaltos de británicos, noruegos, franceses y polacos en las dos salidas bajo la montaña, mientras la Fuerza Aérea Alemana hostigaba a su sitiadores e incluso hundía algunas embarcaciones, protagonizando un hidroavión Heinkel He 115 una sorprendente acción el 5 de Junio cuando contribuyó a dañar y capturar al submarino inglés HMS Seal que fue enviado como trofeo a Alemania. Al cabo de tres días, el 8 de Junio, finalmente los Aliados comprendieron que habían sido derrotados, especialmente tras recibir las preocupantes noticias de que Francia estaba a punto de capitular ante el Tercer Reich, por lo que en cuestión de horas toda la fuerza expedicionaria reembarcó en los barcos y se marchó de Narvik que de nuevo fue reconquista por las tropas germanas del general Eduard Dientl.

Durante la retirada de la Marina Real Británica sobre el Mar del Norte las naves se cruzaron de casualidad con los dos acorazados alemanes Sharnhorst y Gneisenau que rápidamente giraron sus torretas y dispararon sus grandes calibres de 280 milímetros. Las salvas alcanzaron al portaaviones inglés HMS Glorious a 26.000 metros de distancia (el mayor récord registrado por un acorazado hasta la fecha), destrozando su cubierta y tirando por la borda sus aviones aparcados sobre la pista, antes de que una segunda andanada abriese varios boquetes por los que se filtró el agua hasta hundir definitivamente la nave con 1.207 marineros muertos. Aunque uno de los destructores encajó un torpedo en el Scharnhorst al que causó una brecha de 6 metros y mató a 48 operarios, el acorazado pronto se tomó la represalia echando a pique de un fogonazo al destructor HMS Acasta que se sumergió con el fallecimiento de 161 tripulantes. También el acorazado germano Gneseinau se cubrió de laureles aquella jornada porque de varios impactos hundió al destructor HMS Ardent que desapareció bajo el agua con otros 152 marineros, algo que elevó la cifra de británicos tragados ese día por el mar a nada menos que 1.520 hombres.

El acorazado alemán Scharnhost disparando contra el portaaviones británico HMS Glorious al que hundiría con más de 1.200 muertos.

A la caída de la noche del trágico 8 de Junio de 1940, una mina marina colisionó con el submarino polaco Orzel que resultó hundido con los últimos 60 tripulantes muertos de la campaña. Afortunadamente el resto de la escuadra pronto alcanzó la seguridad de las aguas de las Islas Orcadas y Escocia, justo al instante en que el Rey Haakon VII abandonaba el país hacia el exilio y todas las unidades del Ejército Noruego capitulaban ante las fuerzas del Ejército Alemán. Así fue como la «Operación Wesërebung Nord» concluyó de manera decisiva con la conquista total de Noruega y un exultante Adolf Hitler que tras entrevistarse con unos prisioneros británicos capturados les dijo: «Esta guerra no era necesaria. Podéis decir que gracias a vuestro Gobierno os encontráis aquí».

Conclusión

La ocupación de Noruega y Dinamarca fue una de las campañas más espectaculares del Tercer Reich durante la Segunda Guerra Mundial debido a su complejidad estratégica, ya que al no poseer los alemanes el control del agua, contra todo lo previsto trasladaron vía naval a grandes contingentes de tropas hacia latitudes muy alejadas de sus bases en la inhóspita Escandinavia. A pesar de la dificultad de la misión y de las elevadas bajas, sobretodo en la pérdida de buques, las tropas del Ejército Alemán se desenvolvieron con soltura en todas las situaciones comprometidas y asestaron golpes demoledores a sus oponentes hasta conquistar todos los objetivos de la «Operación Wesërubung».

Los Aliados sufrieron 6.651 bajas entre 4.369 británicos, 1.700 noruegos, 533 franco-polacos y 49 daneses, más el derribo de 124 aviones y el hundimiento de 195 navíos entre 1 portaaviones, 2 cruceros, 14 destructores, 5 submarinos, 1 patrullera, 71 cargueros y 101 embarcaciones menores.

Alemania sufrió 5.296 bajas entre 3.696 fueron muertos y 1.604 heridos, más el derribo de 100 aviones y el hundimiento de 22 navíos (2 cruceros, 10 destructores, 1 submarino, 1 torpedero, 1 lancha torpedera, 3 transportes y 4 petroleros).

La campaña de Noruega y Dinamarca que tuvo lugar después de la agresión de Polonia en 1939 y antes de la invasión de Francia, Holanda, Bélgica y Luxemburgo en 1940, demostró una vez más la superioridad del Ejército Alemán con la doctrina de la «Guerra Relámpago» o «Blitzkrieg». Gracias a la impresionante victoria de la «Operación Wesërubung», el Tercer Reich pudo amenazar con sus submarinos y aviación el tráfico mercante del Imperio Británico sobre el Mar del Norte y lo que fue más importante, los germanos se hicieron los dueños indiscutibles de Escandinavia porque con el territorio noruego y danés en sus manos, la neutral Suecia se convertiría en una especie de «estado sumiso» y posteriormente Finlandia se adheriría a las potencias del Eje, extendiendo de ese modo la Segunda Guerra Mundial al Ártico.

 

Bibliografía:

-Robert Wernick, Hitler y el III Reich, La Guerra Relámpago, «Manos de hierro en Escandinavia», Time-Folio-Books (2008) p.76-87
-Editores de S.A.R.P.E., Crónica Política y Militar de la Segunda Guerra Mundial, «El Ejército Rojo ataca Finlandia», S.A.R.P.E. (1978), p.100-111
-Editores de Time-Life-Books, El III Reich y Hitler: Guerra en alta mar, «Campañas de cautela y engaño», Time-Life-Books (2009), p.45-68
-Paco Martínez Canales, Fallschirmjäger Paracaidistas alemanes en la Segunda Guerra Mundial, Revista Serga Nº41 (2006), p.34-36
-http://www.panzertruppen.org/ww2/1940/noruega.html
-http://en.wikipedia.org/wiki/Norwegian_Campaign
-http://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_Denmark