Batalla de Krasny Bor

La Batalla de Kasny Bror librada el 10 de Febrero de 1943 constituyó una de las mayores gestas militares de España en el siglo XX y una de las acciones más famosas protagonizada por una nación neutral en la Segunda Guerra Mundial. Librada entre las tropas soviéticas del Ejército Rojo y los voluntarios españoles de la División Azul que habían acudido a luchar contra el comunismo en Rusia, contra todo lo esperado un grupo muy reducido de combatientes hispanos contendrían a unas fuerzas inmensamente mayores de soldados y tanques rusos, logrando frenar la ofensiva y evitar una catástrofe para el Eje en el Frente Oriental.

Plan del Eje

España se había declarado neutral al inicio de la Segunda Guerra Mundial, aunque al comenzar la «Operación Barbarroja» en 1941 contra la Unión Soviética, el general Francisco Franco que ostentaba la Jefatura del Estado, se aprovechó de su posición de «no beligerancia» para unirse a la llamada «cruzada contra el comunismo» y enviar una unidad de voluntarios a Rusia. Se trató de la División Azul, por cuyas filas pasarían decenas de miles de combatientes procedentes del Ejército Español o el movimiento político de la Falange, quienes a lo largo de toda la contienda pelearían en el Frente Oriental, destacando en gestas como la Batalla de Possad, la campaña del Río Voljov o el asedio a Leningrado, hasta que su momento más decisivo vendría con la Batalla de Krasny Bor a principios de 1943.

General Emilio Esteban Infantes al mando de la División Azul en la Batalla de Krasny Bor.

Krasny Bor era una localidad del distrito de Tosno a veinte kilómetros de la ciudad Leningrado que se encontraba defendida por la División Azul. Al mando del general Emilio Esteban Infantes, miembro de la Academia Militar de Toledo y veterano de la Guerra Civil Española en las Batallas de Brunete y Teruel, desplegó a sus tropas del siguiente modo el 263º Regimiento de Infantería «Vierna» en el ala izquierda, el 269º Regimiento de Infantería «Esparza» en el centro, y tanto el 222º Regimiento de Infantería «Pimentel» como el 250º Batallón de Reserva en el ala derecha. Justo por detrás de estas unidades, sobre una segunda y tercera línea de trinchera el 250º Batallón de Zapadores, el 250º Grupo Anticarro, el 250º Grupo de Exploración, la 250ª Compañía de Esquiadores y la Legión Verde Portuguesa con voluntarios lusos venidos de Portugal. A estas fuerzas había que añadir como refuerzo en la retaguardia una serie de contingentes de socorro liderados por el general germano Georg Lindemann que incluyeron al 390º Regimiento de Infantería Alemán, al 659º Batallón de Infantería Estonio y a la Legión Lituana compuesta por combatientes nacionalistas de Estonia y Lituania, así como a elementos de la Legión Flamenca «Langemarck» integrada por independentistas de Flandes en Bélgica.

Aproximadamente la División Azul Española desplegó a un total de 5.900 soldados.

Fuerzas del Eje:
·División Azul Española
-262º Regimiento de Infantería «Pimentel»
-263º Regimiento de Infantería «Vierna»
-269º Regimiento de Infantería «Esparza»
-250º Batallón de Reserva
-250º Batallón de Zapadores
-250º Grupo Anticarro
-250º Grupo de Exploración
-250ª Compañía de Esquiadores
-Legión Verde Portuguesa
·Reserva
-390º Regimiento de Infantería Alemán
-659º Batallón de Infantería Estonio
-Legión Lituana
-Legión Flamenca «Langemarck»

Plan de la URSS

Bajo el nombre de «Operación Estrella Polar», el Estado Mayor Soviético (STAVKA) planificó por iniciativa de Iósif Stalin propinar un golpe mortal al Grupo de Ejércitos Norte desplegado cerca de Leningrado para provocar su derrumbe y embolsamiento con la finalidad de obtener un triunfo similar al de la Batalla de Stalingrado. El objetivo iba a ser el sector defendido por el XVIII Ejército Alemán que era considerado el más vulnerable, siendo escogido como punto de ruptura la ciudad de Krasny Bor que estaba defendida por los soldados españoles de la División Azul, a los cuales los mandos rusos liderados por el general Georgi Zhukov minusvaloraron al pensar que por ser combatientes de una nación neutral su moral se vendría rápidamente abajo con su consiguiente huida o rendición, algo que facilitaría a los atacantes abrir una brecha en el dispositivo. De tal misión se encargaría el LV Ejército Soviético del general Vladimir Petrovich Svridov, quién con el centro de operaciones ubicado en Kolpino, reunió a las 43ª y 72ª Divisiones de Fusileros, a las 45ª y 63ª Divisiones de Guardias, a las 34ª y 35ª Brigadas de Esquiadores, a la 122ª Brigada Blindada y al 31º Regimiento Blindado.

Aproximadamente el Ejército Rojo desplegó a un total de 44.000 soldados, 117 tanques y 1.000 piezas de artillería.

LV Ejército Soviético:
-43ª División de Fusileros
-72ª División de Fusileros
-45ª División de Guardias
-63ª División de Guardias
-34ª Brigada de Esquiadores
-35ª Brigada de Esquiadores
-122ª Brigada Blindada
-31º Regimiento Blindado

Batalla de Krasny Bor

A las 6:45 horas del 10 de Febrero de 1943, más de 1.000 piezas de artillería del Ejército Rojo emplazadas en las inmediaciones de Kolpino, abrieron fuego contra el sector del Frente Oriental sostenido por los voluntarios españoles de la División Azul. Así fue como durante casi dos horas hasta casi las 8:30 de la mañana, cientos de cañones, obuses pesados, morteros y camiones lanzacohetes Katyusha dejaron caer más de 36.000 proyectiles y granadas que trituraron alambradas, hicieron añicos los caballos de frisia, sepultaron numerosos cuerpos bajo la tierra removida y convirtieron el entorno nevado en un paisaje lunar de cráteres.

Concluido el bombardeo preliminar sobre Krasny Bor, más de 33.000 soldados del LV Ejército Soviético de la primera oleada cargaron hacia delante acompañados por 50 tanques de los modelos T-34, KV-1 y T-26. A pesar de que aquella fuerza era abrumadoramente superior a los españoles, los rusos cometieron una serie de errores fatales: en primer lugar avanzaron en formación de hileras cerradas exponiéndose fácilmente al tiro del enemigo, en segundo lugar la artillería rusa había dejado vastos espacios de «tierra de nadie» convertidos en un cenagal debido a que las explosiones derritieron el barro con la nieve e hicieron impracticable el paso de los carros, y en tercer lugar la mayor parte de las tropas habían ingerido grandes cantidades de vodka antes de la batalla y por tanto estaban borrachas o padecían de resaca.

Mapa sobre la Batalla de Krasny Bor (Fuente original: Atlas Ilustrado de la División Azul de Carlos Caballero Jurado, aunque con datos e iconos añadidos por Eurasia1945 para el presente artículo).

Cuando los soldados del Ejército Rojo estuvieron a una distancia próxima a la primera línea de la División Azul, los voluntarios españoles abrieron fuego con ametralladoras MG-34 y en menor medida con unas pocas MG-42. En seguida ráfagas de balas segaron a cientos de soldados rusos que avanzaban medio borrachos, además de aniquilar a columnas enteras de tropas enemigas que se desplomaron dejando la superficie helada de «tierra de nadie» repleta de cadáveres. Mientras tanto los tanques soviéticos que se habían quedado retrasados por culpa de los cráteres y el fango tuvieron serias dificultades en alcanzar los atrincheramientos, por lo que nada más presentarse ante las alambradas de los hispanos y ya no poder contar con la ayuda de la infantería que había previamente sido masacrada, los blindados fueron destruidos uno a uno por los proyectiles de los cañones anticarro y las botellas de «cócteles Molotov».

El sector de «La Cresta», una trinchera con un búnker custodiado por 40 soldados españoles equipados con 7 ametralladoras, 16 subfusiles, 75 fusiles y 7 lanzallamas, fue el punto del sistema defensivo de la División Azul que recibió una de las arremetidas más violentas por parte del Ejército Rojo. Sorprendentemente y contra todo lo esperado, los hispanos aguantaron los continuos asaltos de los rusos sufriendo únicamente 22 bajas a costa de provocar a los soviéticos más de un centenar de pérdidas y destruirles tres tanques, dos de estos por minas enterradas bajo la nieve y otro volado con una granada de mano que arrojó por la ventanilla el zapador Miguel París.

Durante los combates en la Batalla de Krasny Bor las bajas encajadas por los soldados del Ejército Rojo fueron enormes, exactamente igual que las de los españoles que cayeron en la lucha peleando en una situación crítica y desesperada, a veces protagonizando episodios de auténtico valor y sacrificio personal. El ejemplo más significativo fue el del voluntario falangista Antonio Ponte Anido de veinte años y originario de Galicia, quién tras comprobar como un tanque ruso KV-1 apuntaba con su torreta hacia un polvorín de municiones justo al lado de un hospital de campaña repleto de heridos, corrió hacia el blindado con una mina magnética en la mano, con tan mala suerte que al adherirla sobre la superficie metálica se desprendió debido a la pintura resbaladiza de la chapa, por lo que a sabiendas de que si no actuaba rápido sus compañeros morirían, activó el artefacto y se inmoló destruyendo el carro pedazos, acción por la cual fue condecorado a título póstumo con la Cruz Laureada de San Fernando, la distinción más elevada del Ejército Español.

El castigo infligido al Ejército Rojo fue enorme por parte de la División Azul, aunque tal cosa no impidió que la superioridad numérica de los soviéticos desbordase las líneas hispanas tras fortísimos choques y combates al cuerpo a cuerpo. De hecho uno de los batallones del 262º Regimiento de Infantería «Pimentel» fue completamente rebasado y aniquilado por las oleadas del enemigo, muy similar a lo que les ocurrió a otras tres compañías que reducidas al mínimo pudieron resistir de milagro sobre la vía de ferrocarril que unía Leningrado con Moscú. También la Legión Verde Portuguesa batió récord de bajas aquel día con tres lusos muertos y uno hecho prisionero, así como la 250ª Compañía de Esquiadores que prácticamente quedó neutralizada sobre el terreno. Ante la ferocidad de la lucha y el riesgo de real de producirse un colapso en la línea del frente, el general Emilio Esteban Infantes ordenó a las tropas de la División Azul replegarse a una distancia de entre 3 y 4 kilómetros hacia la propia ciudad de Krasny Bor.

Soldados españoles de la División Azul en la Batalla de Krasny Bor.

Al mediodía de aquel 10 de Febrero de 1943, el LV Ejército Soviético atacó la ciudad de Krasny Bor defendida por el 262º Regimiento de Infantería «Pimentel», el 250º Grupo Antitanque y el 250º Batallón de Zapadores. Acto seguido se desarrolló una despiadada lucha calle por calle y casa por casa, siendo las bajas muy elevadas tanto por parte rusa como española. Durante casi dos horas se prolongó la refriega dentro de la localidad, a veces con sangrientos choques a la bayoneta, hasta que poco a poco los hispanos fueron retrocediendo y los soviéticos acercándose peligrosamente al Cuartel de la Plana Mayor de la División Azul ubicado en Raikolovo.

Milagrosamente justo cuando el LV Ejército Soviético estuvo a punto se romper la línea del frente sostenida por la División Azul, aparecieron los refuerzos de otras unidades del Eje procedentes de diversos sectores de Leningrado. Así fue como de manera inesperada los bombarderos en picado Stuka de la Fuerza Aérea Alemana (Luftwaffe) cayeron con sus bombas sobre las columnas rusas provocándolas cuantiosas bajas, al tiempo en que se presentaban en el lugar los soldados del 390º Regimiento Alemán, acompañados por los voluntarios del 659º Batallón de Infantería Estonio, la Legión Lituana y la Legión Flamenca «Langemarck» que atacaron al Ejército Rojo.

La noche del 10 al 11 de Febrero, las fuerzas del Eje estabilizaron la línea del frente en torno al margen del Río Izhora. Fue en ese instante cuando el general Emilio Esteban Infantes protagonizó en la medianoche un contraataque nocturno con algunos batallones de la División Azul y elementos del 390º Regimiento Alemán y el 659º Batallón de Infantería Estonio, aunque en esta ocasión fueron los rusos los que resistieron en sus posiciones rechazando a los atacantes pese a encajar nuevamente un número desproporcionado de bajas. Al amanecer siguiente, el 11 de Febrero, el desastre mayúsculo cosechado por el Ejército Rojo y la enorme cantidad de pérdidas sufridas, forzaron a Iósif Stalin a aceptar la derrota y a considerar por fracasada la «Operación Estrella Polar».

Conclusión

Inmediatamente después de la victoria en la Batalla de Krasny Bor por parte de las fuerzas del Eje y especialmente de los voluntarios españoles, en la Unión Soviética reinó cierta confusión acerca del destino de la División Azul. Aunque inicialmente la prensa rusa y en general la de los Aliados Occidentales, así como la Radio BBC del Reino Unido, afirmaron que la unidad hispana había resultado completamente destruida durante la «Operación Estrella Polar», algo que fue desmentido desde las propias autoridades de España el 13 de Febrero. A pesar de todo y del incuestionable triunfo de las armas españolas, el enfrentamiento causó una profunda conmoción en la Península Ibérica por el gran número de bajas cosechadas en poco menos de veinticuatro horas, un récord raramente batido por el Ejército Español en las contiendas del siglo XX.

La Unión Soviética sufrió más de 20.000 bajas entre 11.000 muertos y 9.000 heridos o desaparecidos.

El Eje sufrió 3.645 bajas (3.641 españoles y 4 portugueses) entre 2.800 muertos, 845 heridos, 300 desaparecidos.

La victoria de la División Azul en la Batalla de Krasny Bor demostró la calidad de los mandos y soldados hispanos pese a proceder de una nación neutral como lo era España en la Segunda Guerra Mundial. Gracias al sacrificio de estos voluntarios, se consiguió hacer fracasar la «Operación Estrella Polar» desencadenada por el Ejército Rojo y sobretodo evitar una ruptura del Frente Oriental después de haber dejado el XVIII Ejército Alemán desprotegido de manera negligente aquel sector, por lo que se evitó un desastre colosal y un colapso del Grupo de Ejércitos Norte para las potencias del Eje. No obstante y si por algo destacaron los combatientes ibéricos en un lugar tan distante de Rusia, fue por resistir en unas condiciones terribles y de inferioridad numérica y material a un enemigo inmensamente superior, escribiendo una de las páginas más brillantes y heroicas de la Historia Militar Española.

 

Bibliografía:

-Redacción de Ares, Batalla de Krasny Bor 70º Aniversario, Revista Ares (2013), p.1-26
-Carlos Caballero Jurado, Atlas Ilustrado de la División Azul, Susaeta (2010), p.14-252
-http://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_Krasny_Bor
-http://batallashistoricasjavi.blogspot.com.es/2011/05/krasny-bor-morir-en-rusia-memorias-del.html