Batalla de Dakar

Justo cuando Gran Bretaña se encontraba a mediados de 1940 completamente acorralada por las potencias del Eje, contra todo lo imaginado la Marina Real Británica organizó una expedición militar con la pretensión de invadir la colonia de Senegal en el África Occidental Francesa. Como era de esperar la Francia de Vichy que por aquel entonces colaboraba con Alemania, vio en aquella campaña un intento por violar su soberanía, optando por presentar una heroica resistencia con las tropas y unidades navales de la Marina Francesa que se materializaría en la Batalla de Dakar y en un inesperado revés para el Imperio Británico.

Plan de los Aliados

La tensión entre el Reino Unido y la Francia de Vichy se había desbordado después del ataque a traición en Mers-el-Kebir cuando la Marina Real Británica (Royal Navy) hundió dos acorazados de la Marina Francesa y mató a 1.200 marineros en Argelia, echando de este modo al Mariscal Philippe Pétain en abrazos de Adolf Hitler y enturbiando la causa en el exilio de la Francia Libre. A pesar de la complicada situación, el Primer Ministro Winston Churchill que en aquellos momentos libraba la Batalla de Inglaterra contra la Fuerza Aérea Alemana en los cielos de Gran Bretaña, se dejó convencer por Charles De Gaulle, representante de los franceses libres, quién le aseguró que las autoridades coloniales de Dakar y toda Senegal se pasarían al bando de los Aliados si a cambio le prestaba una escuadra con las que trasladar sus tropas al África Occidental Francesa. Fue de este modo como sin evaluar los riesgos y los posibles imprevistos que pudiesen surgir sobre la marcha, los anglo-franceses se lanzaron a la aventura poniendo en marcha la «Operación Menace».

Según la «Operación Menace» la Fuerza M que formaba parte de la Flota Real del Mediterráneo (Royal Mediterránean Fleet) al mando del almirante Andrew Cunningham, desplazaría a una escuadra naval con buques de diversas nacionalidades como el Reino Unido, Australia, Polonia y Holanda, entre estos el portaaviones HMS Ark Royal y los dos acorazados HMS Barham y HMS Resolution, encargados de proporcionar escolta y transportes a 8.000 soldados anglo franceses de la 10ª Brigada de Marines Reales, la 13ª Semibrigada de la Legión Extranjera Francesa y los Fusileros Navales «Fusiliers Marins». Una vez se presentasen ante Dakar, el general Charles De Gaulle que llevaba consigo 1.000 toneladas de oro del Banco de París convencería y llegado el caso sobornaría a las autoridades de la colonia que de ningún modo se negarían a unirse al bando de los Aliados.

Plano acerca de la Batalla de Dakar en 1940 con los principales barcos de la Marina Real Británica y la Marina Francesa.

Aproximadamente los Aliados reunieron a un total de 8.000 soldados, 100 aviones y 23 navíos (16 británicos, 3 franceses libres, 2 holandeses, 1 australiano y 1 polaco), entre los que había 1 portaaviones, 2 acorazados, 4 cruceros (3 pesados y 1 ligero), 10 destructores, 5 cañoneros y 3 transportes.

Fuerza M:
-1 Portaaviones = HMS Ark Royal
-2 Acorazados = HMS Resolution y HMS Barham
-3 Cruceros Pesados = HMAS Australia, HMS Devonshire y HMS Cumberland
-1 Crucero Ligero = HMS Delhi
-9 Destructores = HMS Echo, HMS Eclipse, HMS Faulknor, HMS Escapade, HMS Foresight, HMS Fortune, HMS Fury, HMS Inglefield y HMS Greyhound
-5 Cañoneros = Commandant Dominé, Commandant Duboc, Savorgnan de Brazza, HMS Brigedater y HMS Milford
-3 Transportes = Westernland, Pennland y Sobieski

Plan del Eje

La ciudad de Dakar en Senegal era una de las mejores defendidas de todo el África Occidental Francesa. Al mando del general Pierre François Boisson, la guarnición de 8.000 efectivos entre franceses blancos y tropas negras senegalesas o árabes, estaba muy bien protegida por detrás de un perímetro amurallado con veintiocho piezas de costa pesadas entre las que había nueve cañones de 240 milímetros, doce bocas de 138 a 155 milímetros y siete de 90 a 95 milímetros. A este formidable sistema fortificado había que añadir el poderoso acorazado Richelieu con sus dos torretas cuádruples de ocho cañones de 381 milímetros (que actuaría como batería flotante desde el dique debido a su incapacidad para navegar tras los daños sufridos durante un ataque de hidroaviones ingleses el 7 de Julio), así como los dos cruceros ligeros Montcalm y Georges Laygues, cuatro destructores y otras embarcaciones menores de la Fuerza Y; sin obviar un escuadrón de 45 aviones repartidos en dos escuadrillas menores de quince cazas Curtiss H-75 y treinta bombarderos Martin.

Aproximadamente la Francia de Vichy reunió a un total de 8.000 soldados, 28 cañones, 45 aviones (30 bombarderos y 15 cazas) y 18 navíos entre 1 acorazado, 2 cruceros ligeros, 4 destructores, 6 cañoneros, 3 submarinos y 2 cargueros.

Fuerza Y:
-1 Acorazados: Richelieu.
-2 Cruceros Ligeros: Montcalm y Georges Leygues.
-4 Destructores: Le Fantasque, Le Malin, Le Hardi y L’Audacieux.
-6 Cañoneros: Calais, La Surprise, Commandant Rivière, D’Entrecasteaux, Gazelle y D’Iberville.
-3 Submarinos: Bévéziers, Ajax y Perseé.
-2 Cargueros: Porthos y Tacouna.

Batalla de Dakar

A mediados de Agosto de 1940, la Marina Real Británica (Royal Navy) y la Flota Francesa Libre agrupadas en la Fuerza M, partieron en dos escuadras desde Gibraltar y desde la propia Bretaña zarpando desde los puertos de Clyde, Liverpool y Scapa Flow. Aparentemente la travesía se desarrolló según lo planeado hasta que surgieron los primeros incidentes, como por ejemplo cuando el destructor HMS Fiji fue torpedeado en el Mar del Norte por el submarino alemán U-32 y forzado a dar media vuelta para reparar daños en el Reino Unido. Sin embargo la peor noticia con diferencia fue la recibida por los espías ingleses en España justo después de informar al Almirantazgo de Londres de que la Fuerza Y que teóricamente debía estar anclada en Argelia, acababa de desplazarse con un considerable número de buques franceses hacia el puerto de Dakar. A raíz de tal descubrimiento la Fuerza M se desvió del rumbo y se refugió en el puerto de Freetown sobre la colonia británica de Sierra Leona, por lo menos hasta que se recibió desde Inglaterra la orden de continuar adelante con la «Operación Menace».

Crucero vichysta Geeorges Leygues con escolta navegando sobre aguas de Senegal durante la Batalla de Dakar.

El 23 de Septiembre de 1940 la Fuerza M se presentó ante Dakar sin que las autoridades de la Francia de Vichy respondiesen a ninguna provocación, ya que el Mariscal Philippe Pétain advirtió a los mandos de que en caso de desatarse las hostilidades fuesen los británicos los primeros en disparar (para que de ese modo apareciesen como agresores ante la opinión pública internacional). Acto seguido, un escuadrón de cuatro torpederos franceses libres Swordfish despegaron de la cubierta del portaaviones HMS Ark Royal y aterrizaron en el Aeródromo de Oukam para convencer a los vichystas de pasarse al bando de los Aliados, algo que no les sirvió de nada porque los pilotos fueron arrestados por la Policía Militar y los cuatro aparatos capturados. De similar manera los cinco parlamentarios al mando del capitán Thierry D’Argenliu que se aproximaron al dique a bordo de una lancha motora fueron ametrallados por los centinelas del puerto, exactamente igual que los aviones británicos que sobrevolaron la rada lanzando panfletos informativos porque se les ahuyentó con el tiro de los cañones antiaéreos. Ni siquiera el mensaje del general Charles De Gaulle por megáfonos surtió efecto alguno cuando anunció: «Venimos a fortalecer las defensas de Dakar con el apoyo de la Flota Británica, buscando con ello evitar la posible toma del estratégico puerto por los alemanes…». Como consecuencia de este fracaso y de que los destructores y submarinos de la Fuerza Y salieron del puerto, inmediatamente el almirante Andrew Cunningham ordenó zafarrancho de combate a todas las unidades de la Fuerza M.

Oficialmente a las 10:00 horas del 23 de Septiembre de 1940 comenzaron las hostilidades entre Gran Bretaña y la Francia de Vichy cuando el crucero pesado australiano HMAS Australia abrió fuego con sus piezas contra la base de la Marina Francesa a 5.400 metros distancia, errando en todos sus blancos porque los proyectiles pasaron por encima del objetivo y cayeron en la ciudad de Dakar con la consiguiente destrucción de varias viviendas y 72 bajas entre los civiles senegaleses contando 27 muertos y 45 heridos. Con rapidez los franceses respondieron a la agresión enviando a los dos submarinos Perseé y Ajax que atacaron sin éxito al portaaviones HMS Ark Royal, poco antes de que fuesen localizados desde el aire por los aviones Swordfish que avisaron a los dos destructores HMS Foresight y HMS Inglefield, los cuales cañonearon al sumergible Perseé que resultó hundido (aunque toda la tripulación pudo salvarse porque los marineros evacuaron a tiempo la embarcación). No obstante y pese a este contratiempo, pronto los vichystas se tomarían la revancha porque las baterías costeras del Fuerte Manuel y los cañones pesados emplazados en el Islote de Gorée dañaron gravemente con varios impactos al crucero HMS Cumberland y a los dos destructores HMS Foresight y HMS Inglefield.

Acorazado Richilieu de la Francia de Vichy disparando los cañones de gran calibre en el puerto de Dakar.

Aproximadamente a unos 16 kilómetros de Dakar, cerca de una zona pantanosa en la Bahía de Rufisque, desembarcaron a las 17:30 horas de la tarde un grupo de 180 comandos de los Fusileros Navales «Fusiliers Marins» pertenecientes a las Fuerzas Francesas Libres. Lamentablemente para estos intrusos, nada más avanzar unos metros hacia el interior fueron ametrallados por tropas coloniales senegalesas y bombardeados por tres piezas de artillería costera, en concreto por una batería de 180 milímetros y otras dos menores de 95 milímetros. Como los gaullistas fueron incapaces de moverse y sufrieron considerables bajas, no tuvieron más remedio que retroceder para reembarcar en las barcazas y regresar con la Marina Real Británica, siendo acosados desde el litoral por el destructor vichysta L’Audacieux. Inmediatamente los dos destructores ingleses HMS Fury y HMS Greyhound que en seguida vieron el peligro que corrían las Fuerzas Francesas Libres, acudieron en su ayuda descargando varias andanadas contra el destructor L’Audacieux que embarrancó en la playa y se incendió, pereciendo entre las llamas 81 marineros, aunque por lo menos la tripulación salvó la nave que después de la batalla sería reparada para continuar sirviendo en la Marina Francesa.

Caída la noche de aquel 23 de Septiembre de 1940, el general vichysta Pierre François Boisson anunció por radio: «Francia me confió Dakar y defenderé Dakar hasta el fin». Ante este comunicado, el almirante Andrew Cunningham que lideraba la Fuerza M, empezó a albergar dudas acerca del complejo desarrollo que estaban tomando los acontecimientos en la «Operación Menace». Con cierto pesimismo telegrafió al Almirantazgo de Londres para exponer la complicada situación, aunque contra todo lo previsto el Primer Ministro Winston Churchill le ordenó seguir con la Batalla de Dakar sin importar las consecuencias, ya que según el mandatario era cuestión de tiempo de que los defensores franceses se unieran entusiasmados a la Francia Libre del general Charles De Gaulle.

Al amanecer del 24 de Septiembre de 1940, los destructores y cañoneros de la Marina Francesa tendieron con sus chimeneas una cortina de humo para dificultar el tiro de la Marina Real Británica, algo que no impidió que el destructor inglés HMS Fortune avistara y hundiera con cargas de profundidad al submarino galo Ajax. Mientras tanto, el grueso de la Fuerza M bombardeó con intensidad el dique de Dakar mientras el acorazado Richelieu se defendía con andanadas de sus poderosos cañones de 381 milímetros, incluyendo parte de su tripulación que operaban algunas de las piezas en tierra, ya que impactaron y causaron graves destrozos al acorazado inglés HMS Barham con proyectiles de 155 y 240 milímetros. Acto seguido, el portaaviones HMS Ark Royal envió a dos oleadas de aviones Swordfish que erraron con las bombas debido a que cayeron en el agua o en las instalaciones del puerto, siendo además derribados seis de los aparatos, cuatro a manos de los cañones antiaéreos y dos a manos de las piezas del acorazado Richelieu.

Curiosamente durante la Batalla de Dakar hubo una nave de los Aliados que por mera casualidad del destino se encontraba en el puerto de la Marina Francesa cuando comenzaron las hostilidades durante la «Operación Menace». Se trataba del carguero danés SS Tacoma que había acudido a comerciar con las autoridades coloniales (el gobierno en el exilio de Dinamarca era aliado del Reino Unido pero no estaba en guerra contra la Francia de Vichy), por lo que temiendo que los galos incautasen la embarcación, la nave zarpó del puerto en dirección a alta mar, con tan mala suerte de que los ingleses la confundieron con una embarcación francesa y por tanto dispararon varios fogonazos. Durante este incidente de «fuego amigo» el carguero SS Tacoma resultó mortalmente alcanzado y se hundió a la salida de la rada, perdiendo la vida seis marineros daneses (lo que generó críticas de las autoridades danesas a Londres).

La Fuerza M sometida a los proyectiles de la Marina Francesa.

Nuevamente a las 9:00 del 25 de Septiembre de 1940 la Marina Real Británica protagonizó un devastador fuego de artillería contra Dakar, precedido por un bombardeo contra las instalaciones portuarias de torpederos Swordfish, que se coordinó de la siguiente manera: el acorazado HMS Resolutión envió salvas contra el Islote de Gorée, el acorazado HMS Barham contra el acorazado Richelieu, el crucero HMS Devonshire contra el Fuerte Manuel y el crucero australiano HMAS Australia contra los cruceros franceses Montcalm y Georges Leygues. Entre los éxitos logrados por los ingleses estuvo el conseguido por el acorazado HMS Barham cuando encajó un impacto en el acorazado Richelieu que le cercenó uno de sus ocho cañones pesados de 381 milímetros, aunque el buque francés respondió al fuego a 21.000 metros de distancia alejando con sus salvas a la escuadra inglesa e incluso sus marineros que servían las piezas en tierra, tomaron la revancha dañando de gravedad al propio HMS Barham que se tuvo que retirar hacia Sierra Leona, además de generar averías en el crucero HMAS Australia.

Las cosas se torcieron para la Marina Real Británica a media mañana del 25 de Septiembre cuando el submarino francés Bébéziers alcanzó con un torpedo al acorazado británico HMS Resolution bajo la línea de flotación que le destruyó la sala de calderas, le escoró de babor y le abrió un boquete por el que ingresaron miles de toneladas de agua, viéndose obligada la nave a retirarse a los neutrales Estados Unidos donde permanecería fuera de combate durante la mitad de la Segunda Guerra Mundial. Ni siquiera la aviación embarcada fue capaz de revertir la situación, pues un grupo de cazas franceses Curtiss H-75 derribaron a tres aviones enemigos, entre estos dos torpederos ingleses Swordfish procedentes del portaaviones HMS Ark Royal y un hidroavión australiano Walrus puesto en el aire por la catapulta del crucero HMAS Australia; antes de que tres bombarderos Martin sobrevolaran la Fuerza M y soltaron sus bombas sobre los navíos enemigos, dañando con un artefacto de 50 kilogramos al destructor británico HMS Faulknor.

Conclusión

A mediados del 25 de Septiembre de 1940, el almirante Andrew Cunningham que lideraba a la Fuerza M comprendió que las autoridades del África Occidental Francesa no se pasarían al bando de los Aliados y por tanto, desoyendo las constantes insistencias en contra del general Charles De Gaulle, ordenó emprender la retirada de Senegal y volver a sus bases en Sierra Leona y Gibraltar. Hasta la fecha los Aliados había arrojado más de 400 proyectiles de alto calibre y 450 bombas sobre las bases de Dakar y la Flota Francesa, apenas sin efecto y encima habiendo encajado una amarga derrota que implicó el fracaso total de la «Operación Menace».

Los Aliados sufrieron la destrucción o hundimiento de 2 navíos entre los que estaban 1 acorazado (HMS Resolution) y 1 carguero (SS Tacoma), más daños en 6 buques contando 1 acorazado (HMS Barham), 2 cruceros (HMS Cumberland y HMAS Australia) y 3 destructores (HMS Foresight, HMS Inglefield y HMS Faulknor), además de perder 13 aviones (12 torpederos Swordfish y 1 hidroavión Walrus).

La Francia de Vichy sufrió el hundimiento o destrucción de 3 navíos entre los que estaban 2 submarinos (Persée y Ajax) y 1 destructor (L’Audacieux), más daños en 1 acorazado (Richelieu).

La victoria naval de la Francia de Vichy en la Batalla de Dakar fue celebrada por todo lo alto en la metrópoli y también por el régimen del Mariscal Philippe Pétain, ya no sólo por haber evitado una invasión del Reino Unido a su colonia de Senegal, sino que moralmente se pudo vengar la anterior derrota de la Marina Francesa durante el traicionero ataque a Mers-el-Kebir. Contrariamente en el bando de los Aliados, el revés implicó que algunas naves importantes de la Marina Real Británica quedasen fuera de combate en un momento crucial de la contienda, sin obviar la caída en el desprestigio de la Francia Libre a nivel internacional y de que por el momento la nación francesa permanecería alineada con el bando del Eje.

 

Bibliografía:

-David Solar, Bajo la Bota Nazi: la Batalla de Dakar, Ediciones Iberoamericanas Quorum (1986), p.54-55
-Capitán Malcom Sanders, Operación «Menace», La tentativa de conquistar Dakar, Revista Así fue la Segunda Guerra Mundial Volumen 12, Noguer (1972), p.277-280
-Alfonso Marina, De Dakar a Tolón, el fin de la Flota Francesa, Revista Serga Nº96 (2015), p.2-13